Y las hojas caen mientras mis pensamientos están centrados en una sola cosa. Él. Camino por las calles primaverales de Oxford y el clima húmedo del día golpeaba en mi piel. Estaba completamente desorientada y perdida en cada uno de mis pensamientos, había recibido varios mensajes pero los únicos que había leído en el día fueron los de Liz, si, era la única persona que de verdad sabia dar consejos, era la única que me daba las palabras de aliento correctas y iba a encontrarme con ella en la cafetería. Esa maldita cafetería.
No había salido en una semana, por lo que mis piernas me engañaban y me temblaban constantemente. Y es que lo último que quería hacer era ver su cara, era ver las caras de los demás, por esa razón, estaba sometida y escondida en mi habitación todo el día. Cuando llegue a la cafetería miré a Anthony en la caja, apenas le sonreí y me senté en una mesa, entrelacé mis dedos, ligeramente incomoda y comencé a juguetear con ellos mientras miraba cada centímetro y cada detalle de mis dedos. No es que me hubiera preocupado por mi ropa, de hecho, nunca lo hacía, y hoy no iba a ser la excepción. Ni siquiera me había dado cuenta de que andaba en jeans y sudadera hasta que baje mi vista y me di cuenta de ello, le reste importancia a eso y solo esperé a que Liz entraba y se sentara frente a mi.
Escuché el sonido de la puerta de cristal abrirse y automáticamente giré mi rostro, mirando una silueta de chica entrar con un abrigo muy lindo. Alta, cabello castaño y lacio, entró en la cafetería y se acercó a la caja, saludó a Anthony y ordenó, no supe lo que ordenó, pero esperó a que le dieran su pedido y se giró para buscar a alguien, sus ojos conectaron con los míos y se acercó, aproximándose cada vez más a mi, ella sonrió, pero yo apenas pude corresponder a su sonrisa. Se sentó frente a mi y me acercó uno de los vasos que traía en la mano.
-Tómalo, por favor-Me suplicó, tomando su vaso y tomándole un sorbo a su café-Es por tu bien.
-Siempre es por mi bien-Tomé el vaso y lo observé por unos segundos, lo acerqué a mi boca y con sumo cuidado, bebí de él. Chocolate caliente. Suspiré y dejé el vaso sobre la mesa, rodeándolo con mi dos manos.
-¿Qué tal has estado?-me preguntó Liz, sosteniendo su vaso de la misma forma que yo-No has salido en una semana.
-Ya sabes por qué-Susurré y miré hacia afuera, observando como los autos pasaban sin más-No me he sentido muy bien.
-Sé lo que se siente, pero no puedes estar encerrada todo el tiempo ahí, solo porque Rubén no confía en ti, y perdóname si estoy siendo muy directa-Dije firme-Pero ya es tiempo de que salgas de ese agujero donde estás atascada y hagas algo con tu vida, no puedes estar llorando por él y creyendo que él va a venir a disculparse-Calló unos segundos para darle un sobro a su café- Que vas a ganar con eso, ¿Qué se reconcilien y vuelvan a lo mismo?
En parte tenía razón, al igual que Aiden, no podía estar metida todo el día en mi habitación llorando y estando un estado de depresión solo por él. Había pasado mucho tiempo y no había hecho para remediar el dolor o lo que había provocado. Miré a mi vaso y le dí un sorbo a este, ¿Esto es lo que quieres, Anna? Negué para mi misma y Liz lo notó.
-¿Te están regañando?-Sonrió de repente y mordió su labio, para evitar que escapara una sonrisa-¿Qué vas a hacer?-Dijo, poniéndose de pronto muy seria.
-No lo sé, no hay nada que hacer, la CIA no me ha buscado-comenté, notablemente desinteresada en el tema, largué un suspiro y me acomode en mi asiento, de pronto sonó mi celular, tuve que pedirle unos segundos a Liz para poder contestar, ilusionada, miré hacia el identificador pero decía número desconocido. Alcé una ceja y extrañada, contesté.
-¿Si?
-Anna, ¿Me recuerdas?-Otra vez este idiota-Solo quería recordarte que te estamos vigilando, si, hemos vigilado cada minuto de tu putrefacta y asquerosa vida y tus días están contados-Al otro lado de la bocina, la voz de Murphy era la que me decía esas palabras que hicieron que la sangre helara y se esfumara de mi rostro.
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Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarAnna Holmes no es una chica normal. La persigue la CIA, luego de haber trabajado para ellos y sus sucios planes, y hay una entidad conectada a ella, desde un extraño incidente que ocurrió hace tiempo, el cual no recuerda. Una temporada en su lugar n...