Capitulo 22: De todo un poco.

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NARRA ANNA.

Rubén quiso que fuéramos a Londres. Sabíamos que era un viaje de hora y media pero según él, valía la pena. Aiden había estado ausente un tiempo, el suficiente para darme cuenta que era más de lo que él solía estar ausente, eso me preocupaba, pero él no me quiso decir la razón. Rubén y yo estábamos riendo, ya que a Samuel le tocó cargar a Andrea en sus piernas. La forma en que Andrea se sonrojaba era tan tierna que a Rubén y a mí nos conmovió, tanto que pusimos All of Me, sin que se dieran cuenta. Aiden reía y yo reía con él. Lizbeth estaba muy a gusto con su novio, sonreían y se daban besos. Rubén hablaba como una nena, haciendo escapar risas a todos. Ese viaje fue uno de los mejores, ahora temía que solo saliéramos ebrios de la discoteca. Si se embriagan, yo conduzco. Rodeé los ojos, escuchando a Aiden, cuando se trataba de fiestas, ahí estaba, Siempre dispuesto. Aunque aun así, me carcomía saber el motivo por el cual estuvo ausente tanto tiempo. No estaba acostumbrada a estar sin Aiden, sin que me regañara o me estuviera jodiendo. De vez en cuando, besaba la mejilla de Rubén, Aiden aún no estaba contento con eso, pero no tenía otra opción más que seguir soportándolo. En todo el camino estuve platicando con todos los chicos, reíamos y bromeábamos.

  Después de una hora y media llegamos a Londres sanos y salvos. Fuimos a una discoteca ecológica muy moderna. Encontramos estacionamiento cerca así que Rubén aparcó. Bajamos  y nos dirigimos a la entrada y pasamos como si nada. Caminamos hasta la barra de bebidas y ahí cada quien pidió su bebida. Platicamos durante un rato más y Mangel y Lizbeth se fueron a bailar, había música movida y dubstep. Lo favorito de Rubén. Pero no quería bailar ese tipo de música con él. No en ese momento. 

   Poco después, una canción lenta y tranquila sonó. Tomé la mano de Rubén y nos dirigimos a la pista. Ahí, Rubén me tomó la cintura suavemente, y yo pasé mis manos por su cuello, acariciando su cabello. Escondí mi rostro en su cuello y suspiré. Sonreí mientras respiraba cerca de él. Miré a Samuel, que sonreía mirándonos junto con Andrea, le correspondí a la sonrisa y volví a recargué mi rostro en su hombro. Bailaba tan tranquila, mientras por mi oído entraba la melodiosa voz de Rubén susurrándome Te quiero, Anna. Me estremecí y me separé, mirando sus perfectos ojos verdes, esos que cuando los miraba me quería derretir ahí. Me acerqué, rozando nuestros labios, sentí como sus manos tomaban mi rostro y me acercaban a él, juntando nuestros labios en un beso que no dudé en corresponder. La música aún seguía en las bocinas y yo besaba a Rubén, a MI novio. Me entregaba a él en ese beso, sentía sus labios pegados a los míos y como me transmitía ese calor proveniente de sus labios. Me sentía completa y no podía desear nada más. Me separé de él y aún acariciaba su cabello, él volvió a depositar otro beso más corto en mis labios y yo sonreí. Voy a matarlo... Susurró Aiden, yo reí un poco y Rubén volvió a besarme nuevamente, con la misma delicadeza que antes. Volví a cerrar los ojos, dejándome llevar por sus labios. Carnosos y suaves. Todo a nuestro alrededor se congeló, como la primera vez, solo existíamos él y yo, ni siquiera Aiden estaba ahí, Oceans se escuchaba, era lo único que acompañaba ese mágico momento. Enredé mis dedos en su cabello, apegando su cuerpo al mío, sus manos aún seguían acariciando mi rostro. Me separé nuevamente de sus labios y sonreí. Entonces fue cuando regresé a la realidad y escuché aplausos en toda la discoteca. Comencé a mirar a los lados y toda la gente nos observaba mientras aplaudían. Los chicos también aplaudían y mordí mi labio, escondiendo mi rostro en su cuello, Rubén posó sus manos en mi cintura mientras reía un poco.

-Les ha gustado como bailamos.

-No lo dudo.

La gente seguía aplaudiendo, la música se había detenido completamente y solo se escuchaban los aplausos. Me abracé de Rubén, que no me soltaba. Cuando terminaron, reanudaron la música y tomando la mano de Rubén, caminé a la barra, junto con Samuel, Andrea y Anthony. Al llegar me senté en un banco y Rubén se sentó al lado de mí, el pidió un trago, yo solamente lo abrazaba, descansando en su hombro. Samuel no dejaba de mirarme, Andrea tampoco. Anthony se fue, tal vez a bailar o algo así. O tal vez iba al baño. No tenía idea.

Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora