Me levanté debido a que los rayos del sol entraban por la ventana del hotel. Me estiré en mi lugar y me giré para encontrarme con Rubén, pero al momento de girarme no había nadie. Estaba sola en la cama. Me senté y cubrí mi boca con mis manos, para bostezar. Me estiré nuevamente y miré hacia la ventana. El día estaba un poco nublado pero aun así se podía sentir el calor de los rayos solares que entraban por la ventana entre los encajes de la cortina. Me acosté nuevamente en la cama y cerré los ojos, suponiendo que Rubén estuviese en el baño. Un sonido debajo de la cama me hizo abrir los ojos de golpe y encontrarme con esa mujer. Esa mujer que con solo verla me causaba escalofríos y hacia que mi piel palideciera. Esa mujer que cuando veía sus ojos, me causaba tal pánico que ni siquiera podía hablar, moverme o gritar. Apreté con fuerza las cobijas, mientras esa mujer no dejaba de observarme y murmuraba cosas que no lograba escuchar. ¿Por qué me seguía a todas partes? ¿Qué es lo que quería esa mujer? Sus manos comenzaron a acariciar mi rostro, tal como en el sueño que tuve. Mi respiración comenzaba a entrecortarse y mi cuerpo sudaba frío. Me sentía tan nerviosa, parecía que todo era mentira, una ilusión, pero en cuanto los dedos fríos y tuertos de esa mujer tocaron mi rostro, supe que era real. Todo era fríamente real como lo temía. Esta vez la mujer no gritó, permaneció callada mientras tarareaba una canción de cuna. Mi rostro estaba frío, no hacia ninguna mueca, ningún gesto. Estaba inmóvil, no podía controlar mi cuerpo, solamente temblaba. Escuché unos pasos fuera de la habitación y luego una puerta abrirse. Yo solo seguía viendo los ojos azules de esa mujer, que no dejaba de acariciar mi rostro.
-¿Anna?
Rubén.
Mi cuerpo aún seguía inmóvil, maldita sea. ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? La mujer se giró y miró a Rubén. Fue cuando pude observar su rostro asustado y lleno de pánico. Estaba asustado. Tenía miedo tanto como yo lo tenía. Cerré los ojos con fuerza y sentí un aire recorrer mi cuerpo. Quería gritar con todas mis fuerzas, pero cuando abrí los ojos ella ya no estaba. La puerta estaba cerrada y yo me encontraba sola en la habitación. Rubén. Dios mío, Rubén. Me levanté lo más rápido que pude. Me puse unos jeans y una camisa negra. Me puse un suéter, los botines y un gorro. Los guantes, tomé el móvil y salí corriendo de la habitación del hotel. Bajé rápidamente las escaleras, ignorando a las personas que me gritaban en noruega. Al diablo todo. Mi corazón se aceleró y mi respiración se entrecortaba mientras bajaba las escaleras. Tengo que encontrarlo. Encontré a Rubén. Me dijo Aiden. Corrí aún con más fuerza, sentía que los minutos eran horas y que jamás lo encontraría. Aiden se enfrentaba a la mujer que había secuestrado a Rubén y se lo había llevado, y eso me daba cierta ventaja para encontrarlo. Salí del hotel y miré hacia los lados. Estaba indecisa por cual camino tomar así que me deje llevar. Derecha. Corría hacia la derecha, completamente horrorizada y preocupada por encontrar a Rubén bien. Me metí en un callejón que encontré casi inhabitable y ahí estaba. En el suelo. Mi corazón se detuvo y el mundo se me vino abajo. Mi respiración comenzó a regularizarse pero sentía que mi cuerpo no tenía vida. Si algo le pasaba a Rubén yo… simplemente me iba a morir. ¿Por qué tenía que pasar esto en Noruega? ¿Cuándo tenemos a sus abuelos tan cerca? Me acerqué a él con el cuerpo y las piernas temblándome. Me hinqué y quité su gorra, acaricié su cabello suavemente y me acosté al lado de él. Pasé mis manos por sus mejillas y sentí que una lágrima rodó por mi mejilla.
-¿Rubén?
Esto comenzaba a asustarme, el no despertaba. Sentía su respiración pero no abría los ojos.
-¡Vamos Rubén! ¡Despierta, cariño!-Grité y comencé a moverlo. Lo acomodé boca arriba y su cabeza de lado hacia un lado. Tomé su rostro con mis dos manos y me acerqué a él, rozando nuestros labios. No me dejes. Estaba a punto de juntar mis labios con lo de él, cuando sentí una respiración golpear con mis labios. Suspiré aliviada.
-¿Q...Qué estoy haciendo aquí?-Me pregunto suavemente, acariciando mis mejillas. Sonreí y limpió una lágrima que había rodado por mi mejilla-No llores, Anna.
-Lo siento, creí que te perdería-Me levanté del suelo y ayudé a Rubén a que se levantara. Cuando él se levantó, lo abracé y comencé a sollozar.
~~~~~~~~~~~~~~~~
Íbamos directo a Narvik, casi a la otra punta de Noruega. Observaba por la ventana del avión algunas montañas cubiertas por nieve, parecían montañas blancas desde el cielo. Todo era tan bello. En una hora llegaríamos a nuestro destino y yo, sinceramente no quería llegar. Quería quedarme viendo Noruega nevado desde el cielo. Apretaba la mano de Rubén suavemente mientras observaba por la ventana. Suspiré mientras escuchaba en mis casos ‘‘The A Team’’ y para mi suerte, Rubén también la escuchaba. Sentí como Rubén tomaba mi mano y la acercaba a su boca. Cuando me giré, estaba depositando un beso en mi mano. No pude evitar ruborizarme después de tanto tiempo, él chico de ojos verdes me miró con una gran sonrisa y luego se acercó a mí, besando tiernamente mis labios. Correspondí a su beso y sentí como tomaba mi mejilla. Puse mi mano encima de la él y la acaricié suavemente, sintiendo como nuestros labios se fundían en el otro y juntos sentíamos que todo a nuestro alrededor desaparecía, que no había nadie, solo él y yo. Simplemente no podía perdir nada más.
-Te quiero.
-Te quiero más-susurré, me separé de él y miré nuevamente hacia la ventana, sin dejar de soltar la mano de Rubén.
Escuché un sonido de una cámara y cuando me volteé, Rubén sonreía mientras miraba su móvil que apuntaba a mí. Sonreí, le arrebaté el móvil y observé la imagen que había tomado. Era yo, mirando hacia la ventana del avión, con los cascos puestos y mi cabello chino despeinado.
-Eres un tonto, Rubén-Sonreí y le lancé el móvil, haciendo que cayera en sus piernas. Le enseñé la lengua y lo escuché reír-No me gusta la foto, bórrala.
-Pues a mí me encanta y se queda en mi móvil. Es más, la pondré de fondo de pantalla-Dijo sonriendo mientras me mostraba los dientes.
-Eres un idiota- ¿Quieres que lo golpee? Negué al escuchar a Aiden y saqué mi móvil.
11:32 am
Y tres mensajes. Dos de Samuel y uno de Andrea.
Samuel, 10:19 am.
He, Anna. ¿Qué tal todo por Noruega? Solo ha pasado un día y Andrea y yo te extrañamos
Andrea, 10:21 am.
¡Buenos días, Anna! Samuel se cayó de la cama está mañana y tiene un moretón en la espalda. Que bello día <3
Reí al leer el mensaje de Andrea, pobre de Samuel...Aunque no me tragaba por completo lo de la caída de la cama.
Samuel 10:30 am
Andrea me ha tumbado de la cama. Es mala. Nunca duermas con esa mujer en la misma cama. Duerme como un perro
¿Por qué será?
Reí nuevamente al leer los mensajes. Estos chicos sí que sabían alegrarme el día con tres mensajes. Solo faltaba que me mandaran una discusión por mensajes y notas de voz. Estaba tan feliz por ellos porque en tan poco tiempo se agarraron mucho cariño y sobre todo tienen muchas cosas en común. Solo esperaba que su noviazgo durara mucho tiempo y siempre fueran los mismos tontos que conocí.
-¿Qué le causa tanta gracia, señorita Holmes?-Rubén me preguntó alzando una ceja mientras guardaba el móvil en su bolsillo del pantalón.
-Samuel y Andrea. Samuel se ha caído de la cama en la mañana y se ha hecho un moretón. Samuel me ha puesto que ha sido culpa de Andrea.
-No creo que sea por lo de la cama.
-Eso eh pensado yo también-Reí un poco al escuchar que él opinaba lo mismo que yo.
Decidí contestarles brevemente para joderles el rato un poco.
No creo que el moretón sea porque se cayó de la cama (: Los amo. No me maten.
Apagué el móvil antes de que me llegaran 40 mensajes de los dos escribiéndome insultos y muchas ‘‘A’’ y ‘‘NO COMO CREES’’. Ya. Sentía que los conocía desde hace años.
Pude escuchar como el piloto del avión hablaba por las bocinas en noruego y luego en inglés. Llegaríamos a Narvik en una hora exacta si es que una tormenta de nieve no nos agarraba antes. Muy cómico el piloto.
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Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)
FanficAnna Holmes no es una chica normal. La persigue la CIA, luego de haber trabajado para ellos y sus sucios planes, y hay una entidad conectada a ella, desde un extraño incidente que ocurrió hace tiempo, el cual no recuerda. Una temporada en su lugar n...