Íbamos a casa de Mangel, realmente estaba muy emocionada y no veía la hora para llegar.
-¿Por qué tan emocionada? Solo vamos a la casa de Mangel-Rubén me miró mientras reía, se detuvo en un semáforo en rojo y se acomodó de lado, para poder mirarme mejor.
-¿No puedo estar emocionada?
-No dije eso, linda. Me gusta que estés emocionada-Acarició mi mejilla suavemente y yo lo miré.
-¿Estás seguro?-El asintió y me besó en la frente. El semáforo se puso en verde y el aceleró-Vale…La verdad es que no comprendo que habría sido de mi si nunca te hubiera recordado.
Rubén se paró en seco en medio de la carretera, haciendo que me fuera hacia enfrente. Por suerte tenía puesto el cinturón, si no, hubiera salido volando por la ventana. Poco a poco, Rubén se giró, mirándome detenidamente. Parecía que quisiera decir algo pero las palabras no querían salir de sus labios
-Tu…. Ya..
Asentí.
-Joder, de verdad no puedo creérmelo, ¿No estás de coña?-Reí negando y tomó mi rostro nuevamente, depositando muchos besos en todo mi rostro-
-Basta, Rubén-tomé sus mejillas, apretándolas un poco, tratando de que se separara.
-Lo recuerdas-susurró y solamente me limité a sonreí y asentir-¿Cómo nos conocimos?
-Si, Rabos-susurré y el rio. La primera vez que le hable, creí que le decían Rabos.
-Tonta-Aceleró, retomando el camino que nos conducía a la casa de Mangel.
Cuando llegamos yo me bajé del coche, esta vez no esperé a Rubén. Me acerqué a la puerta de madera. Toqué tres veces y esperé a que abrieran. Mientras esperaba, unos brazos me rodearon la cintura mientras contemplaba nuevamente la casa de Mangel. Me encantaba el techo que tenía en la entrada. Las escaleras que te dirigían a la puerta. Y no hablemos del gran ventanal que hacía ver las escaleras. Pude ver a Miguel Ángel bajar las escaleras a toda prisa y cuando abrió la puerta se quedó boca-abierta.
-¿Anna?-Al parecer él no se creía que yo estuviera frente a su casa, tocando. Asentí y corrió hacia mí, tomando en brazos, y haciendo que Rubén me dejara de abrazar. Reí mientras me aferraba a Mangel-¡Me alegro de que estés aquí!
-Ya…Vale...Bájame- Comencé a golpearlo. Miré como se daba la vuelta y se metía a la casa. Rubén sonreía mientras yo le estiraba la mano-¡Ayudame!-Pero no tomó mi mano.
Mientras corría pude notar que su casa no había cambiado mucho, los mismos muebles y el mismo color de las paredes. Preciosa, era una de mis casas favoritas, claro qué la primera era la mía y de Rubén, luego la de mis padres. Miguel Ángel me llevó a una sala donde estaban todos, Cheeto, Guille, Samuel, Alex. Me bajé rápidamente del abrazo de Mangel y corrí para saludarlos a todos. A todos incluso a Alex, mi ex novio. Todos sabían lo que me había pasado y cuando supieron que había recobrado la memoria Samuel me abrazó muy fuerte. Era muy fuerte y sentía que me sacaba los pulmones del pecho.
-Ya…Mucho amor-traté de separarme, pero en cuanto más trataba de separarme más me aferraba a el-¡Que ya, Samuel!-Dije entre risas hasta que me soltó.
-Me gustaba más la Anna tonta-susurró y lo golpeé en el pecho suavemente.
Miré a una chica que miraba a su móvil, estaba sentada en un sofá de dos. Traté de reconocer su rostro pero Mangel me sorprendió por la espalda, asustándome.
-¡Idiota!-Le grité con toda libertad, a lo cual, los chicos e incluso Rubén, comenzaron a reír.
-¡Cuidado que se cabrea!-Dijo Cheeto, levantándose del sofá y corriendo a la cocina.
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Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)
FanficAnna Holmes no es una chica normal. La persigue la CIA, luego de haber trabajado para ellos y sus sucios planes, y hay una entidad conectada a ella, desde un extraño incidente que ocurrió hace tiempo, el cual no recuerda. Una temporada en su lugar n...