Mordí mi labio mientras miraba mis piernas, pensando en la manera correcta de decirle a Eva y a Richard por qué esas personas habían venido por mí la noche anterior. Claramente tenía que decírselos algún día, pero lo malo, era que Rubén no sabía que yo me había separado de él porque me buscaba la CIA, lo cual se me hizo extraño que no me preguntara cuando regresé. Encontraba el modo, utilizar las palabras correctas para confesarles la verdad a todos los que estaban en la mesa, me sentía tan nerviosa de arruinar el momento
-Yo…-Los toques en la puerta hicieron que me distrajera y mirara hacía otro lado.
Eva se levantó rápidamente de la mesa y fui a la puerta. La escuché gritar de la emoción y hablar con una persona. Me giré para mirar de quien se trataba. Sonreí y miré a Rubén levantarse de la silla.
-¡Mamá!
La señora abrazó a Rubén con todas sus fuerzas, depositando besos en todo el rostro de Rubén. Mi sonrisa era tan amplia que tan pronto comenzó a dolerme la quijada. ¿Quién es la señora, Anna? Preguntó Aiden.
-Es la madre de Rubén-Susurré y me levanté del asiento, para ir a abrazar a su madre.
-¡Lucia!-Saludé, acercándome por la espalda de Rubén. Él se giró y sonrió, dejándome espacio para abrazar a su madre.
-¡Anna! No esperaba verte acá-Lucía me estrechó en sus brazos y besó mi mejilla-Estás más grande y más bella
-Gracias-me ruboricé un poco y sentí como Rubén me abrazaba y besaba mi mejilla.
-Espero no haberos interrumpido-Habló su madre, con ese acento español que se le había pegado al estar en España.
-¡Para nada!-Exclamó Eva, ignorando el tema de conversación que estábamos a punto de tener en el comedor-Pasa cielo, he preparado tarta de zanahoria.
-Me encanta que sepas que me gusta-Lucía besó la mejilla de Eva y fui al piso de arriba a dejar su equipaje.
Apreté suavemente la mano de Rubén y nos dirigimos al comedor. Richard estaba sentado leyendo el periódico, claramente no entendía por qué estaba en noruego, pero pude darme cuenta de que en la última página aparecía una fotografía mía. Palidecí y me senté en la mesa con la mirada perdida en el periódico de Richard, esperando que no llegara a la última página. Lentamente, Richard recorría las hojas, acercándose cada vez más al final de este. Moría de los nervios. Para mi suerte, justo en el momento exacto, la abuela de Rubén llegó y le quitó el periódico a Richard, haciéndome reír un poco. Guardé la postura y sostuve la mano de Rubén, que acariciaba mis dedos delicadamente.
Me estremecí al escuchar unos pasos bajar las escaleras. La silueta de Lucía se hizo presente en el comedor, sentándose a un lado de Richard, lo abrazó y dejó dos besos en cada una de sus mejillas. Comenzaron a hablar en noruego y me giré para ver a Rubén, me que miraba atento a su madre y a su abuelo. Recogí mi cabello en un chongo despeinado. Lo sujete con una liga que casualmente traía en la muñeca. Esperé a que todos se sentaran. Comenzamos a comer en silencio hasta que Lucía rompió el silencio.
-Y, ¿Cuánto hace que llegaron?
-Hace cuatro días-comenté, dejando de mirar el plato para mirar a Lucía. Ella asintió sonriendo.
-¿Se van a quedar mucho tiempo?-dijo tomando un trozo de lasaña del plato.
-Solo dos semanas-Dijo Rubén, que después de eso tomó mi copa con vino y le dio un trago. Lo miré frunciendo el ceño y luego miré a Lucía negando con una sonrisa.
-Suena bien.
-Sí.
El resto del rato estuvimos platicando sobre cómo nos iba. Yo no quise hablar mucho de mi vida privada. Era una mierda para platicarle a la familia de Rubén por los momentos que estaba pasando. Eso mejor se lo contaba a personas más cercanas a mí, como mis amigos y Rubén. Las únicas personas que podía considerar como mi familia.
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Más Allá (ElRubius fanfiction, EN EDICIÓN)
FanfictionAnna Holmes no es una chica normal. La persigue la CIA, luego de haber trabajado para ellos y sus sucios planes, y hay una entidad conectada a ella, desde un extraño incidente que ocurrió hace tiempo, el cual no recuerda. Una temporada en su lugar n...