Capítulo 16

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Te escucho.

Iris Ferrari.

Noche del bar.

Fumo pegada a la pared que se encuentra fuera del establecimiento mientras lo espero.

La camioneta negra se cierne frente a mí y boto el cigarro a medida que me acerco, subo y los vidrios polarizados se suben.

- Padre.

- Iris.

Pasa un buen rato en silencio hasta que lo rompe.

- Todavía no estoy de acuerdo con esto.

- Es mañana.

- Mataré a Alec si vuelve -sisea entre dientes apretando el volante.

- Es lo más probable, ya hablamos de las variantes, es necesario que lo haga. Alec debe volver para completar la primera fase.

- Es traición y deslealtad hacia nosotros, hacia mi hija, la hija de un General.

- Él no me va a entregar a ellos, yo me dejaré atrapar.

- Literalmente eso es lo que va hacer, te va a entregar cuando ponga un pie fuera de la Isla, al momento que te lleven, él te estará entregando a ellos.

- No me va a pasar nada, debemos hacerlo, debo hacerlo, debes dejarme ir, debemos hacer lo necesario para tener lo que queremos y esto forma parte de ello.

- Llegas con un puto rasguño y acabaré con todos esos malditos agentes. Esa gente no toca mi sangre, te lo aseguro.

- He vuelto de las gabbies gerengas sin un rasguño. Esta no es la primera ni la última vez que llegaré de un combate sin uno.

- Esto es diferente, ellos pueden matarte como lo hicieron con mi madre –dice con la mirada puesta en frente- y tú no puedes morir.

- Confía padre, regresaré y tú irás a buscarme cuando sea el momento.

- Lo haré y prometo no fallar -se inclina a besar mi frente -. Promesa de un general.

- Volveré -me separo y bajo.

- Es nuestro juego.

- Es nuestro -respondo de vuelta.

Es mi juego.

Camino de nuevo hacia adentro cuando baja el vidrio y vuelve a darme un último recordatorio de porque acepto.

- Recuerda el trato, también es una prueba para Alec y si te abandona, lo consideraré como deslealtad, sea lo sea que le muestren él es un Capitán y es su deber como tal proteger a mi sucesor. No habrá objeción que valga, le pondré un castigo y no te dejaré refutar.

- Lo ricordo.

_____

Presente.

Alec cae a mis pies cuando Porco lo empuja ante mí.

- Castígalo o lo haré yo -exige mi padre.

- No voy hacerlo.

Jamás lo haría, no le voy a mostrar a Alec ese lado de mí, prefiero mantenerlo atrás de sus ojos.

- Falló la prueba, tú me dijiste que él nunca te iba a dejar en esa Isla -eso es mentira, pero en este momento no le voy a refutar porque puede acabar peor-, y sin embargo aquí lo vemos, el regreso, dejo unos cuantos guardias que no sirvieron de nada y te capturaron llevándote a la cárcel, tras eso estas rehusándote a darle un castigo.

- No lo haré -sigo negando porque no lo voy hacer, no a Alec, a él no.

- Como quieras, pero conoces mis métodos, conste que te estaba dando la oportunidad de manejarlo por ti misma -vuelve a agarrar bruscamente a Alec llevándoselo con él.

Tentando al Diablo © +18 | Libro #1 | Genes PerversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora