Capítulo 38

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La otra cara de la moneda.

Los Ferrari que no viven en la Dimora están preparándose para partir a sus comunidades, me encuentro afuera con Alan y Theo para despedirlos. Porco ha tenido que hacer un viaje a Alemania de última hora y ha arrastrado a Alec con él, ya que sabe que sin Alec los alemanes se quisieran revelar contra su mandato, pero mientras tenga a Alec de su lado los alemanes no les queda de otra que confiar en él.

Alan se despide animadamente de sus primos, mientras yo me despido de mis tíos, ósea de los que están aquí, debido a que hay uno que falta.

Angelo viene a despedirse de Theo cuando el que faltaba de mis tíos viene saliendo de la casa seguido de Chuck que se queda parado al lado de Theo.

Y por el aspecto de ambos, supongo que tuvieron una intensa despedida.

Santino no es muy demostrativo, en realidad ninguno de los que hacemos parte de esta familia lo somos, excepto la excepción que es Angelo, quien sí podrá ser muy expresivo por fuera, pero nadie sabe lo que está pensando o qué opinión tiene de la persona con la que se está relacionando, y esa es una de sus mejores ventajas. Sin embargo no puedo dejar de notar la comisura levantada de Santino.

Pero la cosa no parece ir bien cuando Lorenzo, se acerca a agarrarlo de la camisa apenas lo ve.

- ¡Cómo que coger con la servidumbre se te está haciendo costumbre! -lo mira furioso, si de sus ojos pudieran salir llamas de fuego lo hicieran, debido a todo el desprecio con el que mira a su hijo-. ¡Te di la oportunidad de que arreglarás tu problema, pero pareces no tomarla!

Todos se han quedado callados y atentos a las palabras que le suelta Lorenzo a su hijo.

Stela tiene intenciones de acercarse, pero parece arrepentirse y volver a su puesto junto a su madre.

- Lo mío no tiene una solución, así que no es ningún problema.

La respuesta de Santino contiene seguridad, mas no hace que la furia de su padre se aplaque, si no que hace el efecto contrario.

- ¡Deshoras a la iglesia con tu comportamiento! -lo zarandea-. ¡He tratado de que entiendas de algún modo, pero he descubierto que ni el golpe funciona contigo! -lo lleva al suelo, agarrándolo del cuello-. ¿Qué tengo que hacer para que seas normal?

Santino no se desespera por estar siendo ahorcado, aunque el tono de piel de su cara está cambiando a uno rojo. Chuck parece querer dar un paso, pero Theo lo detiene dándole a entender que no se meta en lo que no le incumbe.

- Dejar de creer tan apecho en las patrañas de la iglesia –dice con la voz entrecortada.

Y lo que se gana con eso, es que le den un puñetazo en la mandíbula.

Lo siguiente es que Lorenzo le suelta del cuello, pero no lo deja ni recomponerse porque le sigue pegando, y cuando lo veo de esa forma con Santino me recuerda tanto a mi padre que aprieto los puños cuando le da en la nariz haciendo que su hueso cruja.

Aunque he visto miles de veces escenas así, no puedo evitar sentir un azote en mi pecho si el que está recibiendo los golpes es uno de mis tíos. Pero no me puedo meter por reglas de la familia.

- ¡Te quito mi apellido y te quedas fuera de mi casa, maldito chupahuevos! -le grita, mientras lo sigue golpeando consiguiendo que algunas partes de su cuerpo boten sangre, empezando por su boca-. ¡No quiero volver a verte en mi casa!

Stela toma valor para correr hacia la escena que está armando su padre, metiéndose en medio de ambos con intenciones de que suelte a su hermano.

- Padre, basta –le pide, tratando de apartar a su hermano, pero esto queda en segundo plano cuando la empuja apartándola bruscamente.

Tentando al Diablo © +18 | Libro #1 | Genes PerversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora