Epílogo

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La Revelación.

Porco Ferrari.

Casi un año después.

Esperar nunca ha sido mi fuerte.

Soy más de actuar, pero en este caso tengo que moverme con astucia y no con impulsividad.

Mi hija se escapó y no se a donde, sin embargo lo que me perturba es que pareciera que se la hubiera tragado la tierra y sin llevarse a ninguno de sus hombres o utilizar alguna de las avionetas, ni los autos.

Se fue sin nada.

A pesar de que sé que no es así porque si no hace mucho antes la hubiese encontrado y no me encontraría en esta situación. Estoy seguro de que alguien se la llevó.

Lo de los explosivos fue una distracción para todos, ya que creía que nos estaba atacando desde lo que ocurrió en Alemania y deje de vigilarla por darle prioridad a la situación que ocurría fuera de la Dimora.

Sin duda alguien la ayudó a salir o la secuestró, debido a que estuve al pendiente y revisé que ella no cargará nada con lo que pudiera comunicarse.

¿Acaso fue ese maldito agente quien la ayudó a salir?

No, claro que no, si no ya me hubiese enterado que está con él, en la central o en algún lugar cercano, pero ella definitivamente no está en el país.

Agarro mi cien con frustración. ¿A dónde estará metida?

El problema con Iris es que aún no ha entendido cuál es su lugar y que significa ser la próxima a puesto de General. Sigue con sus juegos de puberta, al final y lo es, sin embargo yo no la he criado para eso. Yo la crié con el fin de enseñarle que aquí nada es un cuento de hadas y que no vivimos en un mundo lleno de rosas.

Aquí se viene a pelear porque van a ver muchos que querrán acabar con ella o hacerle daño y tiene que entender que a nosotros no nos pueden joder.

Ella nació con el fin de liderar y seguir manteniendo a la organización en lo más alto.

Las emociones inútiles como un simple enamoramiento o sentir compasión por alguien nos puede bajar de la cima en un abrir y cerrar los ojos, porque de esos sentimientos inservibles sigue lo que debemos destruir.

El sentir qué hay una persona más importante que nosotros mismos es un gran error.

El que alguien sea nuestra prioridad es una perdición para nuestro apellido.

Es una condenada con la que no podemos vivir.

Nacer con el apellido Ferrari es saber que venimos a este mundo para liderar, no para ser liderados.

Un minuto después uno de los guardas entra.

- Señor, tenemos información sobre la señorita Iris.

Le hago un ademán para que comience a hablar.

- La última persona que la vio fue el sucesor del clan Alemán.

Jace Wolf.

Creía haber acabado con los Alemanes, pero resulta que el bastardo reclamó su puesto en el clan y ahora es el nuevo líder. El consejo no se opuso dado a que no se ha impedido ninguna normal y ya que Alec forma parte de la mafia Italia, renunció al puesto de líder. El cuál yo iba a tomar.

Por ahora solo tengo su comunidad, pero quiero más. Quiero poseer Alemania y hacer que los clanes se pongan de una rodilla cuando sea quien los lidere.

Nuestra relación con los alemanes siempre resultó complicada, sin embargo no me preocupo demasiado porque cualquier líder que pongan a cargo, ya que acabaré con su vida, así como llegan se mueren.

Tentando al Diablo © +18 | Libro #1 | Genes PerversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora