Emboscada.
Iris Ferrari.
4 semanas después.
Las arcadas de vómito salen de mi cuerpo sin poder evitarlo mientras Isabelle me agarra el cabello. Apoyo las manos en la taza y boto todo lo que tengo adentro.
Dejó de apoyar una mano en la taza y me agarró el estómago.
Una advertencia me llegó hoy.
Quiere volver a verme.
Y aunque quisiera hacerle muchas preguntas, debido a que tengo varias incógnitas sin resolver de su regreso, no quiero ir, no quiero verlo.
Sé de lo que es capaz, y ese es mi más grande temor.
Judas ejecuta las cosas callado y tranquilo, nunca se sabe lo que está planeando o que planes a futuro tenga.
Tal vez pueda sacarle algunas cosas, pero tendría que utilizar su debilidad por mí y el solo pensar en que cuando me toque vuelvan las mismas sensaciones del pasado, es lo que me tienen como ahora.
Cuando me rehusó a seguir vomitando, me aparto del excusado y bajo la válvula, Isabelle traza círculos en mi espalda, como si quisiera preguntarme lo que me pasa, ya que ha de estar perdida por mi actitud, no soy de las que se pone ebria cada semana y sale tan seguido, pero estas cuatro semanas han sido así.
Theo me ha cargado de club en club y yo no me he rehusado, pensé que así podría olvidar las cosas que me atormentan, pero solo me he llenado más la cabeza de líos, acordándome de él, acordándome de lo que tuve que dejar, y no he hecho más que recordarme mis errores y las consecuencias que van a tener mis actos, si él se llega a enterar podría ser una consecuencia grave, más que nada por eso me obligue a dejarlo.
Sé muy bien qué pasaría si se enterara de que he puesto mis ojos en alguien como él.
Y las respuestas que me arroja mi cabeza no son para nada buenas, muevo mi cuello hacia los lados mientras me incorporo del suelo con Isabelle mirándome.
- ¿Me vas a contar?
- No hay nada que decir, solo ha sido una mala semana –le restó importancia, después de su regreso dije que no la iba a meter en mis asuntos y es una promesa que si puedo cumplir, no la quiero agobiar con mis problemas, ya que yo fui la causante de volver a traer su mal pasado de regreso.
- No es solo una semana. La gente habla y he escuchado que te han visto frecuentemente en clubes estas cuatro semanas.
- Soy la próxima General, puedo ir donde me dé la gana, más si son mis propios negocios y por ende me pertenecen.
Se queda callada, pensando.
- ¿Por qué lo dejaste de ver? –me pregunta, y se de quien está hablando.
- Es un agente y yo una criminal en algún punto se iba a acabar nuestras sesiones de sexo –la miro-. Porque solo era eso, no había sentimientos de por medio y yo no estaba interesada en tenerlos, mucho menos él.
- Yo creí que te gustaba.
- A nivel sexual. Me gusta como cogía, pero necesito concentrarme en mis objetivos, y él es una distracción que no quiero tener.
Las palabras me salen amargas cuando las escupo de mi boca, pero así tiene que ser.
- Te veías más feliz cuando se veían recurrentemente...
- ¡Maldita sea! -grito exasperada cuando sus malditos ojos se me vienen a la mente.
No lo puedes olvidar, Iris.
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Tentando al Diablo © +18 | Libro #1 | Genes Perversos
Mistério / SuspenseLibro 1: El Diablo corre por mis venas. Iris Ferrari vive en una comunidad regida por un General que se cree rey y puede manejar a todos como le dé la gana, además de ser su padre. Esta es nuestra comunidad, nuestro pueblo, somos Legislazione. Nadie...