Il processo fallito.
Miro repetidas veces mi reflejo en el espejo, plancho las arrugas de mi atuendo con mis manos, es de ese tipo de vestidos los cuales remarcan más la elegancia necesaria para ocasiones importantes.
Hoy es el esperado día del juicio después de que me hostigaran con preguntas el día anterior con lo de la desquiciada psicóloga.
Pero desperdiciaron su tiempo porque no dije nada que los acercara a algo.
No podía decir más, no es mi asunto.
Drake trató de convencerme varias veces, ¡Bien pensado!, ¿Adivinen qué?, no funcionó.
La verdad me complace mi reflejo aunque no tengo ni una gota de maquillaje estoy satisfecha con el resultado.
- Es hora -dos agentes entran por mí sacándome con el metal apresando mis manos, dirigiéndonos a la salida y me dispongo a colaborar sin inmutarme.
Me deleito cuando el viento golpea mi rostro por mínimos segundos hasta que me meten en un vehículo, pasada una hora por fin llegamos.
Enderezo la espalda y sin más, me dispongo a entrar con los agentes a mi lado.
Levanto mi barbilla y sonrió cuando me llevó toda la atención de la presa, pero aun así hasta acá puedo sentir la mala vibra que me tira Fernando desde su posición en el tribunal, mirándome con odio, desprecio y superioridad, para que las cosas no queden a medias también le doy una linda sonrisa y así es como aparta la mirada con asco.
Nadie se atreve a tocarme, mientras avanzo a mi lugar con la puta sonrisa que cargo en el rostro, las autoridades en este caso ''policías'' ni siquiera osan mirarme, se mantienen quietos en sus posiciones con una distancia razonable a mí.
El tribunal mayormente lo ocupan abogados, fiscales, periodistas de la central, militares y pocos agentes. La poca gente que sabe sobre estos agentes que trabajan para la FBI, porque no todo el mundo está informado acerca de esta rama judicial.
Se manejan de manera cautelosa, son agentes privados tirando a asuntos internos, expertos en expiación, son reservados, por ello si los buscas en internet o cualquier red de información, ya sea periódicos o revistas que no sean provenientes de los paneles justicieros, que son los que mantienen al tanto a los Jefes, superiores, agentes de medio y bajo rango sobre la actividad narcótica.
Tienen sus propias fuentes de comunicación, así como su propio canal de noticias, periódicos, incluso libros escritos por los agentes sobre las misiones que llevan a cargo con éxito a lo largo de su carrera al formar parte de una organización justiciera privada.
No hallarás ni rastro de su paradero o su misión en sí, claro son conocidos, pero solo dentro del círculo judicial o familiar porque les brindan protección, debido al riego de trabajar con narcos, delincuentes, terroristas, como mierda que sea que nos llamen, por lo que sus parientes se encuentran en un peligro constante.
Gran parte de los presentes rompen en aplausos, dicen cumplidos y un sin número de flashes se disparan en la entrada cuando Adriano hace acto de su presencia por las enormes puertas de madera.
Permanece un rato en ella, saludando cordialmente y sonriendo. Se comporta bien con la prensa para seguir teniendo la adoración con la que lo idolatran en Italia como el hombre importante que se cree, los reporteros se acercan a pedirle entrevistas, pero los agentes que lo siguen a pocos pasos, los apartan amablemente, mientras el avanza hasta su puesto en la tribuna planteándose a lado de Fernando.
Desplazo la vista por el resto del juzgado encontrando caras conocidas, dos de los amigos de Drake forman parte de él, si mal no recuerdo Alejandro y Nate.
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Tentando al Diablo © +18 | Libro #1 | Genes Perversos
Mistero / ThrillerLibro 1: El Diablo corre por mis venas. Iris Ferrari vive en una comunidad regida por un General que se cree rey y puede manejar a todos como le dé la gana, además de ser su padre. Esta es nuestra comunidad, nuestro pueblo, somos Legislazione. Nadie...