No podía creer que se hubiese enamorado de Lindsey.... La amaba ¡Maldición!... él, que a pesar de haberse sentido atraído por muchas mujeres en su juventud, jamás se había enamorado ¿por qué tenía que haberse fijado precisamente en la única mujer que había visto algo bueno en Snape?......
Sirius estaba en la cocina, paseándose de un lado a otro, sumergido en sus cavilaciones hasta que que escuchó la campanilla de la puerta de la calle y decidió sentarse para tratar de calmar sus nervios, probablemente se trataba de Dumbledore o quizá era Remus, pero nada lo preparó para recibir precisamente al objetivo de su odio desmesurado.
Severus entró en Grimauld Place recibido por Molly Weasley. Odiaba ese lugar y lo único que le atraía era Lindsey, aunque en esta ocasión, el motivo de su intempestiva visita fuese muy diferente.
—¡Severus! —exclamó Molly al verlo en el umbral de la puerta.
—Buenos días.
—Pasa adelante y ponte cómodo, pero debo advertirte que Lindsey está en San Mungo, parece que hoy podrán dar de alta a Arthur.
—Descuida, Molly, realmente no es a ella a quien he venido a ver sino a Potter.
—¿A Harry? —preguntó la señora Weasley un tanto extrañada. Severus asintió sin decir nada más—. Bueno, si quieres puedes esperarlo en la cocina.
Molly se fue a buscar a Harry en su habitación, donde él conversaba con sus amigos, no tenía ni la menor idea de que Sirius también estaba en la cocina pues creía que se hallaba en la habitación de Buckbeak.
Severus comenzó a bajar los peldaños que conducían a la cocina y se llevó la desagradable sorpresa de encontrar a Sirius allí abajo. El ex prisionero de Azkaban lo observó llegar con algo de asombro y desde luego disgusto.
—No sabía que habían convocado una reunión —masculló a modo de saludo.
—Ciertamente Albus no ha convocado ninguna. Vine aquí por otros motivos.
—Lindsey —masculló Sirius con una sonrisa despectiva e irónica mientras negaba con la cabeza.
—Si fuese así, eso no tendría porqué molestarte, ¿o sí? —respondió Snape con una ceja alzada.
—Para nada —mintió Sirius y, manteniendo la desagradable sonrisa, señaló el asiento más alejado de él en la mesa—. Siéntate, que no se diga que soy un mal anfitrión.
—No creo que lo seas, después de todo ése es tu único trabajo —respondió Snape mientras se sentaba, intentando reprimir una sonrisa de satisfacción que pugnaba por salir.
—¡Maldito infeliz! —espetó Sirius golpeando la superficie de la mesa con el puño—. ¿Quién demonios te crees que eres? ¡Tú no eres más que un cerdo mortífago amparado bajo la túnica de Dumbledore!
—No tengo porqué darte explicaciones a ti acerca de cuando y como dejé de ser un mortífago.
—Jamás dejaste de serlo. Puede que hayas engañado a Lindsey con tu retórica barata pero a mí jamás podrás engañarme —contestó Sirius señalándolo con el dedo.
Severus se encogió de hombros en un gesto de indiferencia.
—Me basta y me sobra con que ella confíe en mí. No me interesa convencerte de nada.
—¡Insolente! No va a ser así la vida entera, ¿de acuerdo? No te saldrás con la tuya todo el tiempo... en algún momento ella descubrirá la clase de cerdo que eres, un vasallo de ese hijo de la gran perra que asesinó a su hermana.
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Lindsey Cooper II
FanfictionLindsey Cooper, la hermana de Lily Potter ha llegado al Reino Unido para revolucionar la vida de todos: se ha ganado el cariño de su sobrino, el amor de Severus Snape y la simpatía de muchos dentro y fuera de Hogwarts. En esta ocasión todos intentar...