La extraña visión de Harry

623 74 20
                                    

Al día siguiente, Lindsey fue a ver a Hagrid cuando supo de su llegada y le sorprendió verlo todo lastimado. Tenía un ojo morado y varios magullones y al abrir la puerta recibió a la pelirroja mirándola con un ojo porque el otro lo tenía cubierto con un gran trozo de carne de dragón.

—¡Buenos días, Lindsey! Qué alegría verte. 

—Yo también me alegro muchísimo de verte, Hagrid, pero ¿qué te pasó? 

—Yo... ehhh, bueno, ya sabes que fuí a ver a los gigantes. 

—¿Te atacaron? —preguntó Lindsey mientras entraba en la casa, cerrando la puerta tras ella—, ¿Y Madame Maxime, cómo está ella? 

—No te asustes, todo está bien con ella... Solo que yo, digamos que fui un poco más arriesgado. 

—Por todos los cielos, déjame ver eso —dijo la medimaga preparándose para examinarlo. 

Hagrid se quitó el chaleco y la camisa y Lindsey se subió a un banquillo para trabajar mejor. 

—Bueno, afortunadamente no hay ningún hueso roto, es una fortuna que dada tu condición tu estructura ósea sea mucho más fuerte que en el resto de los magos. Ahora déjame revisar ese ojo. 

—Solo me duele un poco. 

—Sí pero tienes un vasito sanguíneo roto —respondió Lindsey mientras lo analizaba—. Más tarde te enviaré con un elfo algunas pociones para aliviar el dolor y un poco de díctamo para la herida del labio. No debiste arriesgarte tanto, Hagrid, eres un semigigante pero aún así eres muy vulnerable ante ellos y además, mucho más pequeño. 

—De todos modos los mortífagos habían llegado primero para hacer acuerdos. Los vimos a lo lejos. 

—¡Cielos! Ya lo sospechábamos pero no es igual a estar seguros. De todas formas no vamos a desmayar, seguiremos luchando. Acabas de llegar y quizá todavía no lo sabes pero ha habido algunos cambios por aquí. 

Lindsey se dedicó a contarle acerca de la llegada de Umbridge y sus decretos, pero Hagrid le comentó que ya lo sabía porque Harry, Ron y Hermione habían bajado durante la madrugada (al percatarse de su llegada) para ponerlo al tanto de todo.

Ese mismo día durante el almuerzo, Umbridge intentó provocar a Lindsey, recordándole que su sobrino había sido severamente castigado debido al ataque contra Malfoy. 

—Espero que no se moleste, medimaga Cooper, por mi decisión de sacar a su sobrino del equipo, comprenderá que como Suma Inquisidora de Hogwarts yo no podía tolerar un comportamiento tan bárvaro como ese. 

Charity apretó el brazo de Lindsey por debajo de la mesa para hacerle una advertencia silenciosa. Severus se giró para mirarla, pero afortunadamente Lindsey estaba preparada y no pensaba dejarse amedrentar. 

 —¿Cómo podría estar molesta, señora inquisidora? —respondió Lindsey haciendo énfasis en la pronunciación del título—, Comprendo perfectamente que usted está en el ejercicio de su deber. Su decisión de retirar a Harry y a George Weasley del equipo es más que lógica debido a que todos vimos su accionar, lo que sí no termino de entender es como Fred Weasley fue expulsado también, dado a que él ni siquiera se acercó a Malfoy. 

—Comprenderá que de no haber sido porque sus compañeras lo sujetaron, él también habría arremetido contra ese pobre muchacho. 

Lindsey se encogió de hombros.

—De todos modos me parece que actuó bajo una suposición ya que el hecho jamás ocurrió y pues... francamente no creo que se deba condenar a alguien por algo que suponemos que habría hecho sino por algo que hizo. Por otra parte también me resulta curioso que Draco Malfoy no haya sido retirado de su equipo puesto a que el pleito lo empezó precisamente él con sus provocaciones y palabras ofensivas hacia las madres de los chicos expulsados. 

Lindsey Cooper IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora