Lindsey Cooper II

Juntos de nuevo

—¡No! ¡No me toques! ¡Déjame, Severus! —gritó Charity intentando retroceder pero casi no podía moverse a causa del dolor.

Snape, con el rostro impertérrito aunque con un nudo en la garganta, siguió avanzando hacia ella hasta que la tuvo a su alcance y la tomó en brazos para llevársela.

—¡Ahhh! —se quejó de dolor la mujer, con lo cuál él comprendió que quizá estaba más lastimada de lo creía, ya que hasta ese momento no había querido mirarla detalladamente.

Ella tenía el cabello enmarañado, sangre en la frente, como si hubiese sido golpeada con algo, también tenía sangre en las manos y unos cuantos cortes en las piernas y brazos, además la sintió temblar mientras gimoteaba, y estaba muy caliente, resultaba obvio que tenía fiebre. 

—¡No quiero ir contigo!... ¡Mátenme!.

 —¡Llévate ya tu regalito de aquí! —espetó Bellatrix entre risas—, para lo que te va a servir... es una pena que no podamos seguir divirtiéndonos, Charity —añadió después con voz melosa—. Fue un placer jugar contigo.

Draco temblaba y miraba al piso mientras sus padres lo rodeaban con una mano. 

Severus rodó los ojos y se desmaterializó, cuando volvió a aparecer estaba en su habitación en la casa de la Hilandera, y depositó con cuidado a Charity sobre la cama.

—¿Cómo fuiste capaz de... matar a Dumbledore? —dijo su amiga con la voz tomada por el llanto—, ¿cómo pudiste unirte a ellos y... cómo puedes hacerme esto a mí? Éramos amigos... yo te quería mucho... de verdad...

—Lo somos, Charity, seguimos siendo amigos —intentó intervenir él tratando de calmarla, pero ella estaba fuera de si.

—¡No! —gritó aterrada al ver que él intentaba acercarse de nuevo—. ¡No me toques, por favor! ¡Piensa en Lindsey!... ¡No!.... ¡Apártate! ¡Aléjate de mí!

 —Charity —dijo Severus tocando su frente para tratar de examinar la herida que tenía.

—¡No! —gritó ella aterrorizada rechazando su contacto con un manotón—, yo te quería como a un hermano y tú... nunca te creí capaz de caer tan bajo... nunca creí que podías ser un vil mortífago. 

Ella quiso escapar de su alcance pero cuando intentó moverse hacia un lado, gritó de dolor

—¡Ahhh! 

—¡Charity, estás muy herida, detente, no voy a hacerte daño, te lo juro! 

La respuesta de la profesora de Estudios Muggles fue un llanto desesperado, uno que se caló muy hondo en el corazón del pocionista, era evidente que Bellatrix la había hecho sufrir mucho, además de la obvia decepción que sentía. Él intentó hablarle pero un nudo en la garganta se lo impidió, le dolía demasiado verla en ese estado.

Tenía que hacer algo rápido para poder calmarla y evaluar los daños, así que elevó la varita y la apuntó con ella. Su intención era hacerla quedar inconsciente, pero evidentemente estaba demasiado traumada ante las torturas vividas en la mansión Malfoy, así que comenzó a gritar y su llanto se intensificó.  

—¡Nooooo! ¡No, por favor... Severus! ¡No lo... hagas! ¡Basta! —gritó ella mirándolo a los ojos con una expresión de terror, y sin poder evitarlo siquiera, él se adentró en su mente.

Charity rodaba por las escaleras que conducían a una especie de calabozo, gritando de dolor. Al llegar al suelo, Bellatrix Lestrange la tomó por los cabellos con violencia y le asestó una patada en el rostro.