Con el paso de los días la situación comenzó a ponerse bastante tensa, diariamente el Profeta se llenaba de noticias nefastas que anunciaban desapariciones o encuentro de cadáveres, la mayoría de las muertes tenían que ver con muggles o hijos de muggles, razón por la cuál Hermione tomó la drástica decisión de borrar las memorias de sus padres para que se fueran a vivir a a Australia y así poder resguardarlos de todo ese horror.
Lindsey por su parte no había querido dejar salir a Harry de casa, aduciendo que temía que fuese atacado en cualquier momento ya que pronto se acabaría el encantamiento que representaba una protección para él mientras permaneciera dentro de un hogar junto a la sangre de su madre. Él no estaba demasiado feliz con el asunto pero decidió respetar la decisión de su tía para no preocuparla, en vista de que pronto tendría que salir en busca de los horrocrux y con esto la pobre ya tendría más que suficiente.
Por otra parte no todo eran malas noticias ya que Remus Lupin finalmente había desistido de su absurda decisión de rechazar a Tonks, pero no solo eso, sino que le había pedido matrimonio y terminaron casándose en una discreta pero bonita ceremonia en Escocia.
Lindsey y Harry lamentaron mucho no haber podido asistir, pero dadas las circunstancias era mejor mantenerse en el resguardo de su hogar, por otra parte, a ella también le incomodaba no saber nada de Severus... ¿Dónde estaría en ese momento? Necesitaba tanto verlo, ansiaba poder estrecharlo entre sus brazos una vez más, porque le dolía su ausencia, la falta de noticias y hasta los comentarios desdeñosos que de vez en cuando se le escapaban a Harry o cualquiera de sus amigos cuando visitaban la casa, en especial Charity, quien se mostraba especialmente decepcionada con su ex amigo.
—Discúlpame Lindsey, no debí mencionarlo —se excusó aquella tarde mientras ambas tomaban el té—, sé que no es grato para ti... ni para nadie.
—Descuida, Chari, no tiene caso —respondió la pelirroja mientras servía sendas rebanadas de pastel.
Harry estaba en su habitación, tratando de entretenerse con la computadora, pero la verdad es que no dejaba de pensar en el asunto de los horrocruxes, y la reacción que tendría su tía cuando supiera que se había marchado.
—Esta gente está volviéndose loca con los muggles, ya no tienen pudor, en San Mungo han ingresado varios de ellos atacados por hechizos y otros pues... no han tenido tanta suerte. Estoy segura de que fueron los mortífagos, pero lo peor de todo no eso, amiga, sino que hay gente que los apoya bajo esa absurda idea de la supuesta inferioridad de los muggles, ¡Bola de ignorantes! Por esa razón escribí...
—A propósito de eso, Chari, no creo que haya sido una buena idea —dijo Lindsey—, te arriesgaste demasiado con esa columna que escribiste para el diario.
—Alguien tiene que abrir los ojos de la gente, amiga.
—Lo sé pero... yo no quiero ni pensar en lo que sucedería si ellos llegaran a tomar poder en el ministerio... y tal como están las cosas últimamente...
—Tranquila Linds —dijo Charity poniéndole una mano en el hombro—, Scrimgeour no es precisamente el mejor ministro que hemos tenido, pero tampoco es un incompetente como Fudge.
—No lo sé —respondió la medimaga tras un suspiro.
Cuando Charity se despidió de su amiga aquella tarde, ni siquiera sospechaba que pocos días después pagaría caro por sus ideales...
Lindsey estaba reunida con los miembros de La Orden del Fénix en la Madriguera, en esta ocasión también estaban presentes Ron, Hermione, Ginny y los gemelos, debido a que no tenía caso seguir ocultándoles información. Harry, como siempre se había quedado en casa por petición de su tía.
ESTÁS LEYENDO
Lindsey Cooper II
FanfictionLindsey Cooper, la hermana de Lily Potter ha llegado al Reino Unido para revolucionar la vida de todos: se ha ganado el cariño de su sobrino, el amor de Severus Snape y la simpatía de muchos dentro y fuera de Hogwarts. En esta ocasión todos intentar...