Lindsey Cooper II

Siempre

Nota de autora: Amigos, espero que estén bien, como saben, ya no tengo demasiado tiempo para compartir tan seguido los episodios de esta historia, sin embargo, fiel a mi palabra de continuarla, estoy aquí ante ustedes con un nuevo episodio, un poco corto comparado con los que acostumbro, pero al menos tienen algo, ¿eh? espero que los disfruten y les prometo que en la medida de lo posible regresaré con más. Muchas gracias por su apoyo. 

—¡El momento está realmente cerca, hijo —dijo Dumbledore mirando a Severus con una expresión ansiosa mientras tomaba sus manos—, afortunadamente ya cuento con el recuerdo de Slughorn que me faltaba, Harry pudo conseguirlo y me sirvió para corroborar mis sospechas.

Allí estaba el pocionista, mirando la mano ennegrecida del anciano después de haber regresado de la reunión con sus despreciables cofrades mortífagos. Tenía razón... el momento ahora estaba tan supremamente cerca y era inminente, pero tan difícil de asimilar.

—Yo... ¡Dios mío, Albus!

—Debes hacerlo, Severus, Malfoy no podrá y no precisamente porque yo me resista, ya que no pienso hacerlo, sino porque él no tendría esa... no es como los otros, es solo un adolescente.

—Yo tampoco quisiera hacerlo —dijo Severus elevando la mirada al fin, encontrándose con esos ojos azules y ansiosos del director.

—Lo sé y eso debería bastarte... además yo ya no tengo mucho tiempo en este mundo —añadió señalando su mano herida—, sin embargo, tu acción podría ponerte en una mejor posición ante Voldemort. Necesito que ganes aún más su confianza, sabes lo importante que es, y cuando lo logres, necesito que lo convenzas de que te deje en Hogwarts como director. 

 —¿Qué dices? —preguntó Severus soltando la mano del anciano por instinto.

—Necesito que protejas a los estudiantes... él se apoderará de todo, Severus. ¿Te imaginas a alguien como Alecto Carrow o Bellatrix Lestrange en mi lugar? ¿Qué será de todos aquí?

—Lo entiendo pero...

—Severus, no siempre podrás protegerlos, hay cosas que no podrás evitar y es importante que lo entiendas, pero... si tú estás a la cabeza al menos de esta institución, ellos estarán más limitados. 

El profesor asintió.

—Por ahora sigue vigilando a Draco y ayúdalo, yo por mi parte me apresuraré a hacer una última tarea, iré mañana y pues, en esta única y última ocasión, él deberá ir conmigo.

—¿Llevarás al chico contigo? ¿Para qué? ¿Qué demonios es lo que planeas con él todo el tiempo?

—Es algo que solo él y yo debemos manejar... al menos por ahora. 

Severus se llevó las manos a la cabeza en una señal de impotencia.

—Esa manía tuya de... tal vez pueda ayudarlo.

—Él debe hacerlo solo y debe ir descubriendo como debe actuar y qué debe hacer por su cuenta, pero en esta ocasión debo al menos enseñarle como será el camino de ahí en adelante. 

—¿Qué sucederá con Lindsey? 

—Cuéntaselo, dile que el momento ya está realmente cerca, que mañana ya no estaré aquí... Ella será tu apoyo.

—No quiero que la desprecien por mi causa.

—Severus...

Una hora más tarde, Lindsey estaba hecha un mar de llanto cuando Severus le contó todo, ella sabía lo que sucedería y creía estar preparada para ello, pero al ver que el momento estaba realmente cerca, se sintió aterrada... ¿Qué sería de la vida de todos sin Dumbledore? ¿Qué sería de Severus cuando todos lo señalaran como asesino? ¿Qué sería de Harry al verse solo, sin su mentor?