12. Día Difícil

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—¡Emma, apúrate que vamos a llegar tarde! —gritó Abdiel desde la planta inferior de la casa.

—¡Ya voy solo...! ¡No encuentro mi zapato! —grité desde el piso de mi cuarto, debía encontrar mi maldito zapato, gateé alrededor de mi cama y revisé debajo de esta, pero no había ni un solo rastro de mi zapato.

—¡¿Ya revisaste en el baño?! —rápidamente me levanté del piso y corrí al baño en busca de mi zapato, revisé, pero no había nada, fui a mi armario donde tenía las cajas de los zapatos, busqué la caja y ahí estaba mi zapato.

Tiré al suelo el zapato y me lo puse un poco desesperada, no debía llegar tarde en el primer día, tomé mi mochila que estaba sobre la cama me la coloqué, corrí hacia la puerta cerré la misma para después correr hacia las escaleras.

—¡Emma, ten cuidado te vas a partir la cara! —gritó mi hermano.

—¡No pasa nada! —grité alargando la última "a" de "nada"— Vámonos —dije cuando estuve enfrente de mi hermano, él solo me miró con una ceja arqueada para señalar la cocina con su dedo índice indicándome que fuera.

Me quejé entre dientes para ir a la cocina topándome con mi madre que estaba lavando unos platos.

—Buenos días mi amor, ahí están dos panes con Nutella, fresas y plátano, a lado está un vaso de leche con chocolate —dijo sin verme.

—Gracias mami —tomé el tupper y la botella de metal que estaba en la mesa para después acercarme a mi madre y darle un beso en la mejilla—. Eres la mejor, nos vemos en la tarde ¡Te amo! —le grité mientras caminaba hacia la sala.

—Ya vámonos que no quiero que llegué tarde ninguno de los dos —dijo tocando su reloj con su dedo índice.

—Y... ¿Dónde está Kleiner Teufel? —pregunté buscándolo en la sala, pero no estaba.

—Ya está en el Jeep, ¡Vámonos! —gritó para después hacerme una señal para que fuera a la puerta—. ¡Ya nos vamos mamá, te amo! —gritó mi hermano.

Corrí hacia el Jeep, abrí la puerta para subirme, miré a mi pequeño demonio el cual al verme me sonrió y fue a darme mi beso de buenos días, acomodé mi mochila en donde estaban mis pies.

—¿Ya desayunaste? —le pregunté a Thiago y asintió, escuché la puerta del Jeep abrirse, mi hermano mayor se subió al Jeep para arrancar e irnos a dejar a Thiago en su escuela—. ¿Ya desayunaste? —le pregunté a Abdi.

—Nosotros dos ya desayunamos, pero tú debes de desayunar ahora, así que come aquí adentro no es la primera ni última vez que vamos a comer aquí —dijo sin verme ya que estaba concentrado dando la vuelta para tomar la avenida rápida.

Abrí el tupper tomé un pan tostado con Nutella y lo llevé a mi boca, tomé mi celular y lo conecté al carro de mi hermano para empezar a escuchar música, odiaba a mi alarma por no sonar, si no fuera por mi hermano que me levantó hubiera faltado hoy, mientras desayunaba veía las calles llenas de automóviles, personas, mascotas, arboles, casas, señales de tráfico, mi hermano ahora que estaba aquí dijo que nos iba a llevar a la colegio todos los días pero en la tarde solo podría ir por Thiago ya que es la hora donde puede salir, es gerente ejecutivo de la empresa de uno de los amigos de mi padre, mi padre también va a ser CEO pero de otra empresa de otro amigo, mi papá tiene muchos amigos ya que lo analizo, total mi padre dejará de ser el director para ayudar a su amigo a subir la producción de su empresa que lamentablemente va decayendo horriblemente, espero y los pueda ayudar, llegamos a la escuela de Thiago mi hermano Abdi se bajó del Jeep para llevar hasta a la puerta a Thiago, obviamente atrajo las miradas de muchas mamás de la primaria, y con eso que está vestido casual para el trabajo y no para una reunión, estaba con una camisa blanca con las mangas arremangadas hasta los codos, un pantalón negro y unos zapatos negros, su cabello estaba rebelde el día de hoy, la cadena que traía puesta Abdi hacia que sobresaltara con su tono de piel, las mujeres que lo estaban viendo podría jurar que hasta casi quedan embarazadas de tan solo verlo. Mi hermano se despidió de Thiago para volver al Jeep, saludó a un pequeño grupo de mamás y una mamá llevó una de sus manos a su pecho, se había hiperventilado al ver a mi hermano, ¿señoras?

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora