48. ¿Conmigo? Sí. Contigo

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No sé cuánto tiempo tardé, pero me quedé dormida en el carro de Black. Me volteé en el sillón esperando el impacto de mi cuerpo contra el suelo del carro, pero nunca llegó, lo único que sentí fue un dolor en el cuerpo, el mismo dolor que he tenido por los golpes. Tendré suerte si mañana puedo moverme. Abrí los ojos perezosamente, no vi nada más que oscuridad, mi espalda se sentía algo suave, era un colchón. ¿Me habían traído a mi habitación de la residencia? ¿En qué momento que ni me percaté?

Cuando mis ojos se abrieron completamente busqué en la oscuridad mi celular hasta que un olor peculiarmente conocido inundó mi nariz. Acerqué mi nariz a la almohada donde estaba mi cabeza, no estaba en mi habitación, sino que estaba en la de Dominic. Aunque esté al otro lado del mundo podría distinguir el maldito olor del champú que usa Dominic para mantener en perfecto estado su cabello. Lo recuerdo porqué yo fui la que le enseñó el maldito champú para que lo cuidara, esos malditos rizos que se le hacían no se cuidaban solos, aunque en realidad ahora son ondulaciones por lo largo de su cabello.

Como pude me levanté de la cama, sé que el doctor Jayden me dijo que necesitaba reposo pero que se joda, no puedo estar quieta desde que estoy en el útero de mi madre. Así que... Se jode todo el mundo. Iba a ponerme los tenis que estaban en el suelo debajo de donde estaba dormida, pero me dio pereza hacerlo, a parte algo que llamó mi atención fueron las voces de los chicos y de Mai. No parecían muy felices, hasta acá podía escuchar como Mai le gritaba a alguien, pero no se comprendía lo que gritaba ya que la voz se perdía entre las paredes, pero de que era Mai, lo era. Si no es Mai me tiro por la maldita ventana. Al poner en contacto mis pies con el piso de la habitación de Dominic escuché como tronaba cada parte de mi ser. Me estoy desarmando. Genial. Solté el aire de mis pulmones que había retenido al enderezarme.

Yo quería que le dieran a Lili como cajón que no cierra para que se estuviera quieta, pero a mí fue a la que le dieron como uno y déjenme decirles que no se siente lindo el dolor en el cuerpo. Bueno al menos si hubiera sido provocado de forma diferente como quiera si me hubiera gustado en ese momento. Sin duda vivir con Lili me afectó demasiado, ya me parezco a ella, solo pienso en sexo.

A pasos lentos pero seguros caminé hacia la puerta de la habitación de Dominic, lo único bueno es que el dolor de cabeza ya se ha ido pero el vacío en el estómago sigue sintiéndose allí y no me gusta. Abrí la puerta con cuidado que daba hacia el pasillo pequeño, las voces se escucharon con un poco más de volumen, pero el eco que aún había en el lugar no me permitía distinguir nada de lo que hablaban. ¿Me duele caminar? Sí, pero si soporto los cólicos puedo con esto. Tuve que sostenerme de la pared a tomar un poco de aire para no soltar un quejido al sentir como la tela de mi pantalón rozaba mi piel maltratada, ni siquiera sé si tengo moretones en aquellas zonas o si me van a salir moretones en ellas, pero lo más seguro es que sí. Recuerdo que cada vez que hacia una broma en la secundaria me golpeaba en cualquier parte del cuerpo y tenía moretones que tardaban en desaparecer dos semanas, Dominic y Samu decían que era mi karma instantáneo por las bromas.

Me detuve al final del pasillo y miré a los demás que estaban sin verse sentados en los diferentes sillones, Carter y Mai en el individual, Black y Dominic en el grande mientras que O'Farrell, Salt y Thom estaban en los taburetes de la barra de la cocina, nadie soltaba ninguna palabra, incluyendo al hablador de Thom, esa burbuja de silencio explotó cuando la mirada de uno de ellos se posó en mí.

—Gray, ¿Qué haces aquí? —preguntó Black levantándose del sillón para ir hacia mi dirección.

—Tengo hambre —mentí apoyando mi hombro en la esquina de la pared donde estaba.

Era obvio que quería saber de qué estaban discutiendo, solo espero y que no estén peleando por quien tiene la culpa de lo que me pasó. Nadie más que yo la tiene.

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora