Un Simple Error

45. Promesa Sin Cumplir

Así como las cosas pueden pasar así de rápido, también pueden terminar.

Y vaya que tiene razón aquella frase. Ahora me encuentro sentada en el mismo sillón con la única diferencia de que estoy sola y con una botella de agua entre mis manos.

Suelto un suspiro largo mientras que enrosco con mis dedos la tapa de la botella de agua fría que me trajo Dominic cuando vino por Black ya que según lo buscaba Kay. Vaya manera de matar el momento entre ese imbécil y yo. Dominic llegó acompañado de O'Farrell y Thom. No me había dado cuenta de su presencia hasta que escuché un carraspeo por parte de Dominic, mi mirada se giró hacia mi mejor amigo y pegué un ligero brinco al verlo de brazos cruzados a la altura de su pecho y de manera inmediata me alejé de Black el cual no dijo ni media palabra en todo lo que estuvo Dominic frente a nosotros, solo se dedicó a verlo sin expresión alguna y solo asintió cuando le avisó Domma que Kay lo buscaba.

Llevé la boquilla de la botella a mis labios para tomar un sorbo y humedecer mi garganta que tanto lo necesitaba, mi saliva se había ido cuando estuve muy cerca de Black. Con tan solo recordar su mano enganchada en mi cintura me remuevo en mi lugar con una sensación extraña en mi estómago. Mi mirada estaba perdida en aquella pista gigante donde estaban demasiadas personas meneándose al ritmo de la música que se escuchaba fuertemente rebotando en las paredes del lugar. Aquella vista me recordó la primera vez que salí con Jacob y Lili a una fiesta. Dios. Mi primera fiesta masiva, fue un caos y ahí fue cuando hice algo que prefiero no recordar peor lamentablemente cada vez que podía Lili me lo recordaba burlándose de mí a carcajadas por mi cara avergonzada ante el recuerdo. Todos los demás estaban en su mundo, Carter y Mai estaban hablando animadamente en un sillón individual, Salt ignorando olímpicamente a Bi que no paraba de hablarle, O'Farrell, Thom y Dominic estaban haciendo sus propias bebidas en el bar que se encuentra a mis espaldas. Y Black no ha regresado. Se supone que yo debería de estar emborrachándome y bailando como una desquiciada para olvidar por unas cuantas horas mis problemas, pero la verdad no quería emborracharme.

Mi mente seguía procesando los mensajes de Lili. Kira está a punto de encontrarme y por fin encontraron donde está el cuerpo de él. No me gusta pronuncia su nombre. La vez que lo pronuncié cuando recién lo encontramos terminé llorando por dos horas mientras que Lili trataba de consolarme desde la distancia. Le dio impotencia no poder abrazarme al verme llorar, esa vez desahogue lo que había retenido durante bastante tiempo. Por fin vi su rostro y... Esos ojos negros que ya no volveré a ver abiertos y con brillo. Algo que me apretó el pecho al ver sus ojos es que esos ya no tenían ese brillo que yo recordaba, se veían apagados, sin ganas de seguir con su vida. Eso fue lamentable para mí, pero por lo menos ya está en un mejor lugar, eso quiero pensar. No me queda más que eso. Ya sé cuándo lo iré a ver. Cuando se termine el semestre y comiencen las vacaciones de invierno voy a ir a verlo, eso es lo primero que quiero hacer. Me quiero despedir de él y cuando empiece el año. Reharé mi vida con una sonrisa y a la expectativa de que todo cambiara para bien. Solo quiero despedirme de él. Ya no me importan los recuerdos. Solo quiero eso y ya.

—Con que te van los amargados, eh —mi cuello casi se queda sin cabeza por lo rápido que giré mi cabeza para ver hacia la izquierda.

El sillón blanco se hundió a mi lado dándome a entender que se había sentado alguien y ese alguien era Thom, sus rizos definidos resaltaban mucho de su persona al igual que esa sonrisa que me brindó al verme.

—A mí no me va nadie, Thom —le aseguré devolviendo una pequeña sonrisa tapando la botella de agua que tenía en mis manos.

—Claro que, si te va alguien, y ese es Black —me aseguró pasando uno de sus brazos por mis hombros atrayéndome hacia su dirección.