53. Quita Esas Sucias Manos De La Niña

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EMMA BETANCOURT

—¿Y si mejor nos regresamos? —pregunté sonriendo inocentemente, aunque no servirá de nada, ya que él me estaba dando la espalda mientras tiraba levemente de mi mano para que siguiera caminando.

—No —contestó tan rápido que mi sonrisa se borró al instante—. Te dije que solo un par de días los podías evitar. Ya fue mucho.

—Ay, solo fueron tres días —me excusé deteniéndome lentamente.

Una sonrisa se formó en mis labios al ver como Black se detuvo aun dándome la espalda. Lo había logrado, pero mi sonrisa no duró mucho cuando Black se giró hacia mi dirección con cara de muy pocos amigos que me hizo pegar un pequeño brinco en mi lugar.

—Sí. Tres largos y tortuosos días —replicó en un bufido—. ¿Sabes cuantas veces tuve que casi amarrar a Vetter y a Thom para que no fuera a buscarte a la facultad y mucho menos cuando salías de la maldita residencia? Muchas, Emma. Demasiadas —contestó cansado.

Yo solo bajé un poco la mirada y la posé en la unión de nuestras manos. Black me había tomado de la mano entrelazando los dedos para que no escapara como la vez que vi a Dominic y a Thom en la facultad esperándome afuera del edificio donde me tocaba la primera materia del lunes. De hecho, todos estos días he huido de todos, menos de Black, claro está. Sé que Mai, O'Farrell, Salt, Bi, Carter no tienen la culpa y no se merecen que los ignore, pero debía prevenir.

—Pero no quería venir —confesé encogiéndome de hombros como niña chica—. Quería estar comiendo donas mientras veía una película —agregué comenzando a mover los pies jugando con ellos.

Dejé de ver mis pies que estaban cubiertos por mis preciados Vans cuando Black dio un paso hacia el frente casi rozando las puntas de sus tenis con los míos. Una mano que acunó mi mejilla me obligó a alzar la mirada, unos ojos brillantes me recibieron, últimamente el brillo de los ojos de Black era muy notorio a simple vista. Creo que le está yendo de maravilla en la facultad.

—Cuando termines de aclarar las cosas con Vetter y Thom vamos por más donas y vemos la película que quieras —prometió—, pero debes de arreglar las cosas con ellos dos, deben de tener una buena explicación de todo, ya te han dado mucho espacio. Te puedo apreciar mucho, Emma, pero son mis amigos, están mal emocionalmente desde que pasó lo del domingo, les duele como huyes de ellos, y sin contar que los demás te extrañan. Te extrañamos todos, extrañamos que estés con todos nosotros.

La voz de Black era suave, como si quisiera hacerme entrar en razón y lo hizo, todos estos cuatro días los he evitado notoriamente, solo me había preocupado por mis sentimientos y no en los chicos. No recordé que a ellos les podría afectar mi rechazo. Solo he pensado en mí, y no pensé en Dominic.

Oh, no. Mi Domma. Él se pone muy triste cuando peleamos, por eso siempre quiera arreglar las cosas rápido, no le gusta sentir culpa, hemos sido como una pulga y un perro pegados desde que tenemos siete años. Siempre la afectan nuestras peleas.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al pensar como pude ser tan mala con mi mejor amigo.

—Soy la peor mejor amiga del universo —chillé alzando un poco la mirada hacia Black que seguía con su mano detrás de mi oreja, su expresión se tornó distinta pero no sabía cuál era, no pude verla por las lágrimas.

—No, no, no, no, no. No llores. No llores —pidió rápidamente acunando mis mejillas con sus manos antes de atraerme a su pecho para luego rodear mi cuerpo con sus brazos—. No quise insinuar eso. No era mi intención hacerte pensar eso, perdón.

Yo solo me dejé atraer a su pecho y que me abrazara, mientras mis lágrimas seguían allí sin poder salir. Sorbí mi nariz sin poder oler un par de segundos, pero luego mis fosas nasales se llenaron con el olor a su perfume varonil, un poco de suavizante de telas y menta. Black siempre olía bien. Dejé de pensar en su perfume que aún no sé cuál es cuando sentí una suave presión en mi cabeza. Mi corazón se detuvo un poco para luego comenzar a bombear sangre con rapidez en mi pecho. Eso ya se le está haciendo costumbre, creo que debería de ir a un médico.

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora