7. Juego

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¿Qué hago?

Dios, ¿Qué hago?, ¡Por el amor de Jesús!, ¿Qué demonios hago?, ¿lo veo?, ¿lo ignoro?, ¿me voy del estado?, Mi mente estaba llena de dudas y de todas las posibles soluciones para salvarme el cuello, pero la única lógica era irme a vivir al mar, como dijo mi poderosísimo Josh Nichols "porque en el mar la vida es más sabrosa". Seguía pensando en que hacer hasta que escuché que tocaron la puerta de mi cuarto para después ser abierta.

—Oye peque...—frunció su ceño al verme—, ¿Qué haces en el suelo? —preguntó señalándome.

—Ammm... Es que... Perdí una pantufla y la estoy buscando, sí... eso —sonreí inocentemente.

—Emma —me llamó y lo miré, —No me mientas —me miró recargándose en el marco de la puerta cruzado de brazos a la altura de su pecho.

—No te estoy mintiendo —dije obvia y me miró con usa ceja alzada.

—Emma...—ladeó la cabeza con una pequeña sonrisa divertida—. no usas pantuflas desde la vez que papá se cayó usándolas, a parte tú amas andar descalza por la casa —lo miré formando una "O" con mi boca, no sabía que recordara eso de mí—. Ven a comer. ¡Ahora! —ordenó antes de salir de mi habitación.

—Y ponte la pijama de Stitch, Thiago y yo nos la vamos a poner para tener un día de películas entre hermanos —avisó.

Hice caso a mi hermano, fui al baño a ponerme la pijama de Stitch. Voy a dejar cargando mi celular, después veré qué haré con el chico que me contestó el mensaje que se supone que iba a borrar, pero mi celular se quedó sin batería, la vida me ama, enserio ¿qué sigue? ¿Qué me quedé encerrada en el baño?, Tomé la perilla de la puerta de mi baño y la giré, pero no funcionó, ay, era broma, giré de nuevo la perilla, no giró. Dios no, empecé a tratar de girar la perilla hasta que me di cuenta de que le puse el seguro, que estúpida estoy.

Tomé mi celular junto con el cargador para ir a cargarlo en la cocina mientras comía, después de un rato que terminamos de comer lavé los platos mientras mis hermanos hacían palomitas y buscan muchas cosas para comer al ver la película, miré a mi lado al notar como se encendió la pantalla de mi celular avisando que ya estaba con la batería recargada. Sin más tomé el aparato entre mis manos, ya no podía con la intriga si me bateaba que sea de una vez para dejarlo en paz, me metí a los mensajes y busqué su contacto, al abrir el mensaje estaba muy nerviosa, me había mandado un mensaje mi Crush, bueno, mejor dicho, me contestó un mensaje que le envié yt¿o por estúpida.

Hola, sí, ya lo sabía me lo había dicho antes Laura. Tu secreto está a salvo conmigo ;)

Mi mandíbula casi cae al suelo, la maldita de Laura le dijo que me gustaba, esa idiota me va a escuchar, debe de ser una broma ¿no?

¿Enserio te dijo eso Laura?

Ahora solo a esperar a que me conteste, alguien va a tener un funeral después de todo, voy a matar a esa chica con mis propias manos.

Decidí olvidar ese tema, tomé el cargador de mi celular para después ir a mi habitación, ya íbamos a ver la película e iba por mi manta, la que se supone que llevo para mí, pero después de unos minutos mis hermanos se arropan con ella, por lo menos no me la quitan porque saben lo que les pasa si me quitan mi manta. Al llegar a la sala estaban mis hermanos acomodados esperándome. Me senté en el sillón de la sala para después darle a reproducir a la película, íbamos a ver la película de "El origen de los guardianes", díganme loca, pero si Jack Frost existiera él sería mi amor platónico más poderoso, lo único malo sería de que estaría helado, pero eso no le quita que está guapo, ¡señor de las nieves que estoy pensando!, no me puede gustar un personaje animado, no existe.

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora