3. Ni En Tus Mejores Sueños

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Ahora era difícil apartar la mirada de él, desde la feria no lo he visto, ya que he estado ocupadísima con la escuela e ir de aquí para allá con mis amigas, ahora por fin tenía un momento de no estar atareada por cosas que hacer, estaba en las bancas que estaban cerca del campo viéndolo jugar futbol, ah, sí también estaba "hablando" con mis amigas que en realidad no les estoy prestando nada de atención en lo absoluto, solo asentía cada vez que pienso que era necesario, toda mi atención está en aquel chico de cabello negro, cejas pobladas, pestañas largas, ojos negros, labios rosas que además están carnosos, cuando sonríe se le hace unos pequeños hoyuelos en las mejillas, tez clara, alto con un cuerpo no tan ejercitado pero tiene lo suyo, siempre su cabello está semi-peinado hacia un lado dejando ver su divino rostro, ¡Dios!, como no me puede gustar si está divino ese hombre, pero en el peor momento le pasó el balón por un lado, giró todo su cuerpo para ir por el balón, en ese instante cruzamos miradas, rápidamente aparté la mía apenada, ¡Se dio cuenta que lo estaba viendo!, debo de disimular mejor por el amor de todos los Dioses.

Dejé de prestarle atención a aquel chico Adonis para hablar con mis amigas, ya había pasado pena con que me atrapara viéndolo mientras jugaba, cuando terminó el descanso nos levantamos de nuestros lugares para irnos a nuestra clase que era de dos detestables horas, caminamos un poco entre bromas que nos estábamos haciendo las 6 hasta que una voz a nuestras espaldas nos detuvo.

—Hey, Laura —dijo una voz masculina, —Puedes venir un momento conmigo, por favor.

Mi amiga Laura se volteó al ver que la llamaba, ella solo asintió para después decirnos que nos alcanzaba después, se fue de ahí con el chico y nosotras seguimos nuestro camino, pero al entrar al edificio mis amigas me empezaron a ver mucho.

—¿Que me ven?, ¿soy o me parezco? —dije ya que sus miradas me empezaban a incomodar, —Demonios, pero digan algo, no soy adivina —reclamé ya que no me decían absolutamente nada.

—Tranquila Emma, solo es que... Debiste de ver quien fue el que le habló a Laura —dijo y la miré confundida.

—No entiendo de lo que están hablando —dije confundida.

—Que la persona que le habló a Lau, era tu príncipe Adonis —dijo burlona.

—Ah, no pues gracias por la información, pero para empezar Adonis es hijo de dos diosas, es técnicamente imposible que sea un príncipe Adonis si nos basamos en la mitología —dije sin interés.

—¿No te interesa ya? —me preguntó sorprendida Ania ignorando por completo mi explicación.

—No es eso, solo que... No quería saber si era él o no quien le hablaba a Lau, solo es eso, no se pongan en el papel de vieja chismosa —dije con burla.

—Como sea, pero el punto aquí es que él le habló a Lau, en fin, vamos a la clase de dos horas con Quintanilla —dijo son cierto asco Ania.

—Lo único que me consuela es que ya es que falta una semana para las vacaciones de invierno, ya saben, tenemos...

—Tenemos planes que hacer —dijimos todas a unísono y sonrió de oreja a oreja Violeta.

—Me alegra que lo recuerden —dijo aun sonriendo.

—Cómo olvidarlo, llevas desde antes de la feria diciéndonos todo lo que vamos a hacer en las vacaciones, obviamente no lo íbamos a olvidar —dije burlona.

Como siempre después de la primera hora a mi Crush le tocaba Química, lo sé porque una vez salí al baño y lo vi meterse a aquel salón, no soy mucho de pedir permisos pero hoy si necesitaba ir al baño a parte quería verlo aunque sea un poco por lo mismo de que he estado ocupada, le pedí al profesor Quintanilla si me dejaba ir al baño, lo cual me dijo que sí, salí del salón casi brincando de la emoción, solo era cuestión de si lo veía o no, caminé por el segundo pasillo donde está el baño y de pasada estaba el salón de Química, lo vi al final del pasillo caminando hacia el aula junto con sus dos amigos que se iban empujando mutuamente, bueno por lo menos ahora no se estaban aventando las mochilas a la cara.

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora