Un Simple Error

27. Recordar

UN AÑO Y OCHO DE MESES DESPUÉS...

Hace aproximadamente unos diez minutos llegué a la ciudad donde viví alrededor de diecisiete años si mal no lo recuerdo. Se preguntarán ¿cómo te ha ido? Bueno... En el último año de secundaria supongamos que me fue bien, obviamente descartando las casi tres veces que me expulsan, sí, estuve en riesgo de ser expulsada más de una ocasión por cosas sin sentido, peleas en los pasillos, canchas y vestidores del colegio, bromas a los alumnos y docentes, activar la alarma de incendio, romper una ventana del segundo piso, ponchar una llanta del camión escolar, ese que quede claro que fue accidental. Total, muchas cosas hice en el último año de secundaria. Juro que no era así. Solo... Que... Intenté probar cosas nuevas y me gustó ser rebelde por así decirlo, lo único que me salvaban de mi expulsión eran mis excelentes calificaciones y mi hermano Abdiel que dio la cara por mí en vez de mis padres los cuales no estaban enterados de nada sobre lo que hacía, si ellos se enteraban capaz y me mandaban a un internado de monjas. Me calmé cuando Dominic, mi mejor amigo estuvo en peligro de ser expulsado por mi culpa, gracias a una broma que le hice al entrenador, Dominic casi estaba llorando cuando le dijeron que ya no podría ser más el capitán del equipo y fue ahí cuando confesé todo, obviamente me suspendieron una semana. Mentiría si no admito que me hice popular ese último año, era la sensación y eso me gustaba, Dominic y mis amigas me decían que eso no me traería nada bueno, pero me trajo popularidad... Y moretones. Cada vez que hacía algo me pegaba con algo era como si fuera un karma instantáneo. Dejando todo eso atrás ahora estaba sentada en el asiento de copiloto del auto de una de mis amigas de universidad, Liliana. Ella es la principal razón por la que no dejo a mi novio. Qué asco decir novio, ni sé porque le hablo con ese término al pendejo ese.

El GPS le daba indicaciones a Liliana para que llegara a mi casa, me llenaba de felicidad ver de nuevo estas calles que no había visto hace bastante tiempo, bajé la ventana de mi lugar dejando ventilar el automóvil, se sentía bien el aire fresco en la cara, no podía esperar más para llegar a mi casa y sorprender a todos, necesitaba ver a mi familia ya.

—Hace mucho que no te veía sonreír —comentó a mi lado Liliana. Dejé de ver las casas pasa para posar mi mirada en ella.

—Es porque no soy feliz allá —confesé como si fuera lo más obvio del mundo, mi antebrazo lo apoyé en la ventanilla sin dejar de ver a mi amiga que hizo una mueca.

—Te he dicho miles de veces que te vayas, pero no me haces caso —recordó con cansancio, yo solo rodeé los ojos y miré hacia afuera de la ventana.

—Tú sabes perfectamente porque no me puedo ir —hablé apretando los dientes, me urgía salir de aquel infierno, pero tenía que tener paciencia. Eso es lo último que tengo.

Liliana suspiró antes de mirarme y entreabrir sus labios para hablar—. Manda todo al carajo y lárgate, eres Emma Betancourt, la chica que puede hacer todo lo que quiera sin que nadie la cuestione —una sonrisa llena de burla se formó en mis labios y giré nuevamente mi cabeza para ver a la chica de cabello rubio natural que estaba a mi lado manejando.

—Es un idiota el quien creó esa faceta de mí —hablé con burla y Lili me miró un par de segundos alzando una de sus perfectas cejas depiladas.

—Oh, por favor. Toda la maldita facultad sabe que eres la gran Beta, te enfrentaste a la perra de Kira cuando tenías apenas dos semanas allí —recordó, inconscientemente llevé mi mano izquierda a mi labio inferior recordando el golpe limpio que me dio esa perra.

—Cómo olvidarlo, terminamos en la piscina peleando —una sonrisa llena de victoria se formó en mi rostro—. Aún recuerdo como le arranqué las extensiones y casi la ahogo en la piscina —reí.

—Y no olvides como sus gritos eran ahogados gracias a la piscina —se burló, ella sin dejar de ver la avenida tomó el volante con una mano—. Eran algo como; quíteme a esta perra que me está ajjdiwbdpe —imitó la voz chillona de Kira mientras movía su mano izquierda tal y como lo hizo Kira al ser hundida por mí en la piscina. Al escuchar como imitó el grito ahogado de Kira no pude evitar reírme. Lo hizo igual.