57. ¿Desde Cero?

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—Ve para mi carro, está estacionado al lado de la camioneta de Carter. Yo me encargo de Vetter.

Susurró en mi oído, bajé la mirada hacia mis manos cuando sentí el calor de su mano sobre la mía para luego sentir algo helado en ella, era las llaves de su carro.

—Pero...

—No te preocupes, en un momento te alcanzo, preciosa —me interrumpió.

No pude contradecir más cuando dio un beso fugaz en la mejilla antes de empujarme ligeramente con sus manos en mi espalda baja para que me fuera. Apreté los labios y caminé hacia afuera de la casa a regañadientes.

Una brisa golpeó mi rostro al salir de la casa, eché una mirada por encima de mi hombro, ahí estaba Dominic hablando con Black, sentí mi cuerpo tensó cuando Dominic se cruzó de brazos. Salí casi corriendo de allí, busqué con la mirada el carro de Black, lo cual no fue difícil ya que estaba cerca de la acera dónde estaba la casa, busqué el botón del control para poder quitarle el seguro al carro, aún recuerdo como Dominic lo hizo cuando fue por mí, al igual que Black lo hizo en la semana que me la pasé con él, mientras huida de los demás.

Al llegar al carro me dirigí al asiento de copiloto, abrí la puerta y me introduje en él. Un olor a fresco junto con el olor del perfume de Black llenó mis fosas nasales.

Ya extrañaba este bendito olor.

Hace mucho que no me subía a su carro. Dejé las llaves en el tablero justo en medio de este, bajé la mirada hacia mi costado izquierdo al sentir incomodidad, pero mi mirada se desvió hacia donde se encontraba los portavasos, mis cejas se juntaron al ver una botella de... agua Fiji. Yo solo conozco y he visto a una sola persona que toma de estaba bendita agua. Guzmán.

Mis labios se apretaron y comencé a sentir ese burbujeo desagradable en mi estómago. Liliana había estado en el carro de Black y por lo que veo en mi lugar. Digo en el lugar del copiloto. Era obvio que se iba a subir aquí, ella fue junto con él por la comida... Que por cierto ni me terminé de comer y ahora tengo hambre de mil demonios, pero ese no es el punto. Lili estuvo con Black. A solas. Los dos. En su carro.

Crucé los brazos en molestia y giré mi cabeza hacia la ventana donde busqué algo con que distraerme, pero el dolor en mi pecho me ganó.

¿Y si le gustó Lili?

Si le hubiera gustado Lili, no te hubiera besado.

¿Pero si solo se dejó llevar?

Te besó la mejilla antes de ir con Dominic.

¿Y si solo quería aparentar?

Black no hace las cosas por compromiso o por solo aparentar.

¿Le gustaré tanto como me gusta a mí? En realidad, Dax es muy guapo y yo... soy yo. No tengo nada de relevante más que solo mi cabello pintado, de ahí en fuera soy una chica normal y con muchos problemas. Dax puede conseguir a quien quisiera, él se puede conseguir alguien altamente atractiva como Liliana o como Bi. Yo ni le llego a los talones a ellas dos. Son perfectas y yo estoy llena de defectos.

No le gusto a Black.

Mi corazón se hizo chiquito al pensar eso. Tal vez él me besó porque se dejó llevar. Tal vez me trata bien porque él era así de amable. Tal vez esto es un error y yo estoy malinterpretando las cosas. Black merece a alguien que no esté rota y tenga tantos problemas como yo. No quiero arrastrarlo a esto. No puedo hacerlo, lo mejor es que me aleje antes de dañarlo.

Con una mueca en mis labios bajé la mirada hacia la manija que ayudaba a abrir la puerta, la cual tomé de inmediato y antes de que me arrepintiera la jalé.

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora