—Mamá, dile algo —pidió Abdiel haciendo un pequeño berrinche.
—¿Qué quieres que le diga?, algo como, aléjate de ese chico y nunca le vuelvas a hablar en tu vida —habló mi mamá alzando una ceja.
—¡Sí! —gritó desesperado.
—Lo siento cariño, pero no lo puedo hacer, Emma tiene que vivir su vida y te recuerdo que tiene que toparse con muchos chicos a lo largo de ello —se encogió de hombros mi mamá para seguir limpiando la encimera.
—Pero... —se detuvo a pensar—. Ya sé —chasqueó los dedos—. Debemos de meterla a un internado exclusivo de mujeres —sonrió ante su "brillante idea".
—¿Acaso crees que eso la va a detener? —cuestionó mi madre alzando una ceja, Abdiel asintió no tan seguro—. Pfff, hijo, escucha esto...—se acercó a él tomándolo por el hombro—. Emma puede tener hasta tres novios si quiere, no importa que esté en un convento o en un internado, eso no la detendrá, no le voy a prohibir ver a ese chico.
—Te amo mami —le sonreí a mi mami, ella me guiñó un ojo para seguir limpiado mientras que Abdiel solo la miró con desaprobación.
—¡Es una bebé! —gritó Abdiel señalándome.
—Sí, ajá y tú no sigues conservando al Señor Gruñidos —habló sarcástica mi madre, no pude evitar soltar una risa al ver la cara de vergüenza que tenía Abdi.
—¡Mamá! —regañó avergonzado—. Tenía cinco años cuando le puse ese nombre, ¿de acuerdo?, no era necesario que lo dijeras enfrente de la bebé.
—No te preocupes hermanito, al cabo ya lo había visto en el escritorio de tu habitación —me encogí de hombros tomando una manzana del frutero, la fui a lavar y le di un gran mordisco.
—¿Aún le cepillas el cabello? —preguntó mi madre viendo a mi hermano que estaba extremadamente rojo de la vergüenza.
—Pelaje —corrigió entre dientes Abdiel —. Y sí, le cepillo el pelaje para que no se vea desarreglado —respondió sin ver a mi mamá.
—¿Ya lo lavaste? —preguntó lavando el trapo que usó para limpiar la encimera.
—Ya, le tocó baño la semana pasada —habló bajito y solté una risa—. ¿Qué? —cuestionó disgustado.
—Hablas como si fuera un animal de verdad —solté una risa y mi hermano me miró mal.
—Ay, lo dice la que le hablaba a su poster de One Direction —abrí la boca ofendida, Abdiel imitó mi acción burlándose obviamente y yo le saqué la lengua haciendo que Abdiel imitara mi acción.
—Bueno hay que ver el lado positivo...—habló mi madre haciendo que Abdi y yo la miremos—. Me acabo de dar cuenta que no tengo hijos normales —sonrió mi madre haciendo que Abdiel y yo abriéramos la boca realmente ofendidos.
—¡Mamá! —dijimos a unísono.
—¿Qué?, ¿no estábamos diciendo verdades? —preguntó con una gran sonrisa burlona mientras su mano se posó en su cintura.
—Una cosa es que te digan verdades tus hermanos, pero otra es tu propia madre... Es extraño y ofensivo —habló Abdiel.
—Sí, lo que sea, mi pequeño Flash —mi madre se acercó a Abdiel tomándolo por la mejilla estrujándola.
—¡Mamá! —habló avergonzado Abdiel separándose de nuestra madre—. Podrías dejar de exhibirme enfrente de Emma —pidió.
—No, ¿recuerdas que tú de pequeño querías ser como Flash? —habló con una gran sonrisa.
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Un Simple Error
Fiksi Remaja*Libro #1 de la historia de amor entre Emma Betancourt y su Crush de ultimo año*. Ella es Emma una chica que cree que es fácil el arte del amor, piensa que todo es como las películas de romance donde todo es de color de rosa y dulce al igual que un...