Un Simple Error

49. ¿El Regreso?

—No entiendo —confesé confundida viendo la pantalla de plasma que se encontraba frente de nosotros.

—Entenderías si no te hubieras dormido quince minutos, princesa —comentó con cierta burla Thom acostado en otra manta tendida al otro lado de la sala.

Los chicos, junto con Mai y Bi quisieron hacer un día de películas ya que hoy era sábado y no querían salir por dos razones: por simple flojera y por cuidarme, aunque ya no lo necesito mucho, pero tuve casi que rogar para que me dejarán ir con ellos a verlas acostada en las mantas que habían tendido en el suelo después de tener que mover los muebles hacia los extremos de la sala para hacer espacio.

—No me dormí —defendí frunciendo el ceño, aunque no me viera Thom.

—Claro que sí —riñeron a mis costado Dominic y Black.

—Soplones —refunfuñé.

—También te quiero, nena —agregó con sarcasmo el castaño de mi lado.

—Ya cierren las bocas que no dejan escuchar la película —riñó O'Farrell desde la otra manta que compartía con Thom.

—Cállate, que a nadie le importa tu opinión, O'Farrell —le contestó de mala gana Mai acostada en el pecho de su novio.

—Se me hace raro que no se haya escuchado soniditos raros a media película —comentó Bi con cierta burla a lado de Black.

—Es un milagro que no hayan empezado a traumar gente —agregó con gracia Salt a lado de Bi.

—Me siento incómodo en medio de las parejas —confesó Black removiéndose desde su lugar, incomodo.

—Las únicas parejas que hay aquí son Mai, Carter, Bi y Salt —le contestó con confusión Dominic.

—Salt y yo no somos pareja. No me lo ha pedido —comentó la rubia alzando su cabeza para que la viéramos.

Como si hubieran oprimido un botón en Salt, este levantó la cabeza un poco más que Bi pudiendo ver un lado de su rostro con una sonrisita.

—¿Acaso quieres que te lo pida? —preguntó con diversión.

Bi solo abrió los ojos de par en par por unos segundos como si apenas se percatarse de lo que había salido de sus labios, sus labios se formaron una línea tensa mientras su mirada estaba pegada hacia la pared que estaba a nuestro lado.

—No quiero que me pidas nada ya que soy de Black —comentó rápidamente.

Pude ver como simultáneamente Black y Salt alzaron una ceja y vieron directamente a la rubia que solo tragó en seco y desvió la mirada de ambos chicos hacia alguna parte de mi ser, específicamente en mis muslos desnudos que era descubiertos por mi short de color negro que me eligió Dominic después de una pelea que tuvimos por vestirme de cierta forma.

—¿Cómo siguen tus golpes, Gray? —cambió de tema.

—¡Óyeme igualada esta! —exclamó altamente ofendido Dominic a mi lado—. ¡Black es mío!

Después de decir aquellas palabras para reafirmar lo que había salido de su boca, Dominic se giró hacia el lado izquierdo casi pegando su pecho a mi hombro y elevó su pierna derecha que pasó arriba de Black y en el proceso también a mí atrapándome.

—¡Quita, loco! —me quejé dándole una palmada fuerte en el muslo que resonó por todo el departamento.

—La fierecilla ya se ha activado, señoras y señores —comentó Salt con una risita de fondo.

—Ya se me hacía raro que estuvieras tan quieta estas semanas.

Mi mirada se dirigió a mi mejor amigo que me estaba viendo directamente con una sonrisa de lado que conozco, está a punto de hacer algo que no me va a gustar.