38. Larga Historia

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—Es que no entiendo. ¿Cómo carajo no se puede acordar de que se besó con su mejor amigo? —habló por milésima vez Thom.

—Estaba borracha por eso no lo recuerda —contesté un poco harta.

—Pero semejante beso que se dieron. Hasta yo lo hubiera recordado, aunque estuviera ebrio hasta el culo —agregó.

—Entonces vete a besar al antagonista y deja de hablar —habló disgustada Mai.

—Que grosera eres, Mai mamí —habló ofendido Thom.

—Y tú eres un jodido perico que no deja disfrutar la maldita película —gruñó Dominic a mi lado.

—Pues no es mi culpa que esa pendeja no recuerde semejante beso. Literalmente se la tragó.

Yo solo rodeé los ojos al escucharlo de nuevo. Escuché movimiento en el sillón para luego ver cómo pasó un cojín por enfrente de mí que impactó en la cara de Thom.

—¡Joder, Thom! ¡Cierra el maldito hocico y ve la jodida película de una vez! —gruñó Black.

Habló molesto. Hoy me he dado cuenta de una cosa; Thom habla lo que Black no. Él solo habla si es forzosamente necesario mientras que Thom parece un perico hablador. Yo no puedo decir nada ya que soy igual que él.

—Ya perdón, Black —se disculpó Thom—. A veces eres un maldito.

—Y tú un hijo de puta —contraatacó.

—Chicos. No peleen hoy. Tenemos una nueva integrante y no quiero que se lleve mala impresión de ambos —habló Mai lo más tranquila que pudo.

—Originalmente no es así Black, Gray. Lo prometo —aseguró Carter—. Solo que no durmió bien, es todo.

—De acuerdo —contesté un poco confundida.

Después de que yo dijera eso ya nadie habló y nos dedicamos a ver la película. Era un poco extraña. Trataba sobre una chica y un chico que eran mejores amigos desde la cuna, pero en cuanto llegan a último año de secundaria ella se emborracha y él también un poco, se besan. Al día siguiente no recuerda nada la chica y ella le dice a su mejor amigo que se olvide de todo, que lo que había hecho ayer fue un error. Pasó en una semana después y la chica no sabe nada de su mejor amigo, incluso lo va a buscar a su casa, pero ya no estaba. Él había desaparecido como si jamás hubiera existido tanto él y su familia. Nadie los recuerda en su ciudad más que ella. Ella empieza a buscar y a buscar su paradero, pero no lo encuentra hasta que llega al tercer año en la universidad. Ella lo ve en la misma universidad y está dispuesta a hablar con él. Ella hace de todo para poder hablar con él, pero cuando lo intenta siempre pasaba algo. Hasta que un día ella por fin lo encontró. Ambos empezaron a hablar y hubo un momento extraño en el que él se le acercó y acarició su mejilla y le dijo.

"Ya es hora de despertar, linda".

En cuanto él le dice eso ella todo se empieza a desmoronar y despierta en una cama de hospital con cosas conectadas. Resulta que enfrente de ella estaban sus padres. La chica habla y ellos empiezan a llorar de alegría. Resulta que ella había estado en coma por varios años gracias a que tuvo un accidente automovilístico con su mejor amigo. Él lamentablemente había fallecido. Toda la historia eran acontecimientos que pasaban en la cabeza de la chica. Nada fue real. La toma final salía la chica caminando con sus padres hacia la salida del hospital cuando detrás de ellos iba un chico con la capucha de su chamarra puesta. En cuanto él alzó la cabeza y dejó ver su rostro resulta que era el mejor amigo de la chica y termina con él haciendo una señal de silencio con su dedo índice.

—No entiendo —confesó Salt.

—Ya somos dos —agregó Thom pareciendo analizar la película.

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