17.

360 81 12
                                    


Cuando la luz regresó se evitaron total y completamente.



DongHae se arrojó a la cama argumentando querer dormir un momento.



Y Hyukjae se alejó sin desear algún tipo de explicación a lo que presenció minutos antes.



Le vieron atravesar el pasillo en silencio con el pasmo de una incomprensión que desestabilizó su temperamento férreo. Ese que, minutos antes, se prometió no ser tan considerado con un tipo que sólo quiso acercarse por mero interés morboso.



O que quizá recibiría algún tipo de remuneración gracias a los datos que extrajera.



La imprudencia del asunto le molestó mucho más que en cualquier otra ocasión porque inconscientemente estuvo dispuesto a entregarle su confianza a Lee DongHae. De hecho, se sentía capaz de arrojarle toda la información que deseara sin dudar de su discreción.



Debido a ello la decepción fue mucho mayor.



No obstante, de qué forma le pediría que se fuera y no regresara nuevamente si al cerrar los ojos esas desequilibradas pupilas le confundían el pensamiento. Le hacían vulnerable a cualquier intento de decisión tajante.



Ambos se colocaron el pijama. En habitaciones diferentes y con métodos también distintos.



Hae obtuvo la privacidad que quería al menos para descansar de las gafas en lo que restara de la noche.



Hyukjae se envolvió entre las cobijas para navegar en el IPad y volver más compleja la tormenta.



La electricidad falló dos veces seguidas. Terminó por esfumarse en lo que restó de la noche. Por eso y porque la lluvia era más estridente conforme pasaban las horas ninguno se sintió capaz de conciliar el sueño.



O muy probablemente el insomnio tomaba lugar, por un lado, de saber que tal vez ambos no eran tan diferentes a como se pensaban y, por el otro, que aún si se despreciaran, por momentos había siempre algo que les hacía ceder como si cada uno reconociera que eran la mejor opción para el otro.



Enojado por las circunstancias y por el hecho de saberse en la habitación de su paciente conflictivo, Hae volvió a empujar las mantas. La cama ya era un desastre. Montañas de tela y almohadas le hacían preguntarse si Hyukjae no se sentía solo por las noches en tan enorme lugar. Era casi el doble de su pequeño y modesto apartamento. La sensación de vacío le ponía ansioso.

Efecto Placebo [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora