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No parecían completamente claros los motivos que lo llevaban a atormentarse de esa forma. Sentado en el centro del gran salón, con las piernas encogidas y su pecho oprimido dadas las circunstancias se refugió ahí sabiendo que volver a la habitación era llevarlo a ceder como no deseaba.



Al menos teniendo un panorama de las implicaciones que existían al quedarse como terapeuta aprendiz de Hyukjae le haría reconsiderar y tal vez convencerse de que necesitaba renunciar sin importar que eso le llevara a repetir el curso.



¿Qué más da?



Luchar contra una materia parecía menos agotador que enfrentar un pasado monstruoso que abría heridas interminables e infinitas no sólo en Hyukjae.



Sino en él mismo.



Se sentía nuevo en un dolor ya atrasado para muchos.



¿Por qué nunca se enteró de eso?



Y, de todas formas, ¿qué diferencia habría tenido el ser consciente de los hechos? Probablemente, de saber a lo que se enfrentaba, él también habría huido como muchos otros. O se habría reído de Hyukjae igual que sus compañeros.



Supo, desde que le dio el primer puñetazo a MinHyuk un día antes, que algo debía pasar consigo mismo para llevarle a querer defender a alguien que ahora seguramente lo despreciaba.



Por lo tanto, algo tan sencillo como volver a la cama donde Hyukjae dormía todas las noches, cerrar los ojos envuelto por ese aroma a vainilla que reinaba la habitación y rodeado por el calor de las mismas mantas que cobijaban al otro, era tan aterrador como empujarse a sí mismo al vacío sin algún tipo de protección.



No es posible ser el guardián de quien se atormenta por cuenta propia y se niega a progresar.



DongHae dudaba por completo que los padres de Hyukjae estuvieran cómodos con la mitad de los artefactos que adornaban la galería. Todo debía ser por obra del pelinegro. Es imposible ceder y pretender ser más inteligente cuando Hyuk no quiere ni desea verse con otros ojos a pesar de la tragedia.



Nada se ha superado.



Todo sigue intacto como aquel 15 de octubre.



Por eso Lee DongHae necesitaba desesperadamente huir antes de que también fuera arrastrado.



—Tampoco puedo dormir —.


Efecto Placebo [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora