Efecto Placebo [EunHae]

32.

A buen tiempo los exámenes parciales tomaron lugar en su agotadora vida laboral.

Apenas supo que debía dedicarse de lleno en trabajos, entregas y pruebas no tardó en, ahora sí, avisar que se ausentaría por lo menos un par de semanas.

No por eso su tranquilidad se apaciguó, aunque lo hubiera deseado. Por las noches, cuando más despejado se encontraba y a punto de obligarse a dormir temprano, miraba el techo por varios minutos (a veces horas) recordando la última visita que hizo a la mansión de los Lee.

Las cosas que dijo.

La mala ejecución de las palabras.

Las respuestas apresuradas.

Las expresiones de Hyukjae sin permitir interpretaciones adecuadas.

Y más aún, los posibles escenarios o consecuencias de considerar si sólo hubiera actuado distinto.

Por ejemplo, si la fiebre no se hubiera presentado, si Hyuk optara por una actitud menos agresiva o si él mismo dejara de lado los enojos e incomodidades que lo llevaron a esconderse en fechas anteriores.

Tal parecía que el mundo se alineó de la mejor forma para dejarle el campo totalmente libre a Lía.

Pero, ¿libre de qué?, se preguntaba DongHae. Empezaba a pensar que se adjudicaba permisos que no le correspondían y de los cuales necesitaba deshacerse con premura.

¿Qué esperaba él? ¿Que le avisaran si iban a salir? ¿Que esperaran su aprobación para darse un beso?

Eso constituía los motivos de sus terribles tormentos. No deseaba descubrir de dónde venía la incomodidad cada vez que pensaba en Hyukjae y Lía juntos en algo más que una amistad.

Aunque, probablemente, muy, muy en el fondo estuviera consciente de ello.

Terriblemente consciente.

—Por favor —despegó la vista del libro al que no pasaba página desde hace buen rato—. Acepta este pequeño obsequio que preparé para ti —la chica de cabellos rubios y rizados con evidentes facciones europeas se inclinó para colocar encima una caja con rebanadas de pastelillos de diversos sabores.