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No hubo más remedio.


La exasperación de DongHae llegó a tal punto en el que YoonHan tuvo que levantarlo mientras éste pataleaba como si los impactos de sus piernas pudieran llegar hasta el rostro de un Lee que mostraba una inusual expresión que iba entre la preocupación por ser duramente castigado y también la felicidad de estar frente a su persona especial.


Hyukjae fue detrás de quienes buscaban calmar a la fiera.


El resto estaba convencido de que aquella conversación que los esperaba alejados de todo se prolongaría lo suficiente por lo que, en cuanto abandonaron el planetario aún en medio del envolvente frío, se aprovechó para acomodar la mesa de bocadillos en una zona más céntrica.


Hyo se encargó de la música.


Thompson fue lo más veloz posible para repartir los pequeños gorritos de una típica fiesta infantil.


Los amigos de Hyuk hasta entonces salieron por otra de las puertas para esparcir los globos a los que le colgaban delicadas tiras de listón en el centro.


Y, a su vez, los padres de Hyukjae, guiados por Nana y Sora, llevaban la mesa con la tarta al centro del lugar.


Todo ello mientras el caos se desarrollaba en el otro escenario.


Agitados. Con las manos apoyadas en las rodillas y ligeramente inclinados, los hermanos Lee se veían a los ojos luego de que ambos accedieran a un descanso producto de la rabieta.


YoonHan fue el primero en enderezarse acomodándose su saco arrugado por el forcejeo. Se aflojó la corbata que le daría la oportunidad de respirar.


Controlar a su hermanito menor siempre fue una odisea.


Quizá lo único diferente de esta ocasión a muchas otras en las que montaron un circo por las rabietas de DongHae, era que el castaño soltaba gruesos lagrimones en medio de su cólera.


Lloraba y maldecía.


Tenía justificación.


Las pupilas cristalinas del chico fueron hacia atrás de todos los que cubrían a Hyukjae antes de que fuera asesinado.


—¿Esta es tu idea de una sorpresa romántica? —recriminó Hae con la voz temblorosa tratando de enfocar al pelinegro. Se enderezó al fin tomando aire para encarar la situación.


—Te dije que buscáramos otro método —exclamó Ari hacia DongWook quien, al parecer, fue la encargada no sólo de seguir a Hae hasta el planetario sino de enviar esos dramáticos textos que lo pondrían en una crítica confusión durante la llegada a la locación.


DongHae frunció el ceño.


—Nosotros le sugerimos esto —se adelantó Jung Soo señalando al par de amigos que también presenciaban la situación.

Efecto Placebo [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora