Efecto Placebo [EunHae]

44.

Cualquiera diría que la decoración de la habitación se conformaba precisamente de dos seres vivos incapaces de moverse a no ser que alguien tomara parte en la escena. Si acaso una agitación cada tres horas. Un respingo nuevo en cada día.

El tulipán tenía mayor seguridad en su crecimiento. Amenazando con sigilo las extremidades de una maceta que parecía ya no serle suficiente en el proceso de nacimiento.

"Cinco o seis semanas necesita", dijo DongHae alguna vez.

Todavía no deseaba expandirse en una proporción más considerable. Sin embargo, la forma era ya exacta. Una flor mezclada entre los verdes del tallo y los amarillos de sus pétalos.

Sabiendo bien que tal vez no debía, Hyukjae estiró los dedos para acariciar uno de ellos. Aquel constituyó el toque más frágil que haya dado alguna vez en su vida.

Pasó el dedo desde arriba hasta abajo.

Por momentos, tentado a encerrarlo en su puño igual que si se tratara de una cabellera colándose en los huecos de los dedos para pintarle parte de las manos de lo que inconscientemente imaginó como un castaño bonito y bien cuidado.

Volvió a ignorar a Thompson. A pensar en las cosas que menos debía. A plantearse afirmaciones que no deseaba. A convencerse de la elección de los senderos más borrascosos por los que cruzaba.

Pensó en su primera novia.

Lo mucho que la quiso.

Lo fácil que fue cambiado por ella después del accidente.

Lo poco que ahora le perjudicaba.

Lo tanto que trascendían los temores.

Una vez más, silenciosa y pausadamente, accedió a volver a pensar con la frialdad de sus deducciones.

Se obligó a congelar la contemplación del esqueje como llevaba haciendo desde hace días. Sabiendo bien que, en caso de no detenerse, él mismo se vería cediendo a los deseos silenciosos de una planta con antecedentes que lo seducían para flaquear.

—Joven Lee —volvió las dos manos a su regazo—. Ya casi es hora. ¿Eligió su atuendo? —.