Si lo contaban poniendo un cronómetro o aún sin ayudarse de cualquier objeto que tomara el tiempo, sabían que llevaban ya cerca de treinta minutos escuchando a la señora Boon quien no dejaba de revisar a detalle el equipaje. Aunque en un principio tomar todo en la bolsa y "secuestrar" a Hyukjae parecía la mejor salida para ese obstinado y rígido temperamento, concluyeron que sería demasiado injusto llevar sus pertenencias como si no valieran nada.
Más aún porque lo vieron ceder a prisa dándoles tiempo de incluso empacar otras cosas. Si bien no dijo "sí" al viaje, tampoco se negó cuando guardaron sus objetos en el auto.
Lentamente la servidumbre de la mansión llegaba. Y en lugar de dedicarse a las tareas del día, poco a poco se aglomeraban a los costados para despedir al joven Lee que se enfrentaba a sí mismo con un reto como ese.
Fue necesario esperar a que Hyo Yeon y su madre doblaran todo mientras las recomendaciones no dejaban de surgir entre los labios sin tintura de la señora Lee. Viéndola así, tan despojada de accesorios, DongHae supo que por ella también pasaban los años. Pequeñas arrugas entre sus ojos lejos de darle un toque avejentado la hacían ver bastante atractiva como si detrás de ese cansancio acumulado entre los recovecos de su piel bastaran para comprobar toda la odisea que significó su vida seguramente desde que Hyukjae llegó a explotar un amor y un cariño tan delicados como el que ella mostraba por su hijo.
—Linda, es hora de dejar que se marche. Ya entendió. Si necesitan algo de todas formas pueden hablarnos, ¿cierto, muchacho? —el señor Lee asintió hacia DongHae. Éste le regaló una sonrisa amable en respuesta a sus cuestionamientos.
Boon sostuvo a Hyukjae por las mejillas para besarle la nariz y luego la frente.
—Deberías darle todas esas instrucciones a él —murmuró Hyuk increpando a DongHae con la mirada. Éste levantó su teléfono para agitarlo.
—Recibí un archivo de veinte páginas con todo eso. Estoy prevenido —le guiñó el ojo haciendo que Hyukjae desviara la mirada aguantando sus ansias de maldecir en voz alta.
—Escucha, cariño —intervino la señora Lee besándole las mejillas. DongHae tuvo que desviar el rostro o de lo contrario se habría carcajeado por ser testigo de las expresiones avergonzadas que mostraba el pelinegro—. Ray los llevará hasta allá. Pero si quieres volver en cualquier momento, no importa la hora, él irá a por ti. Si algo te duele debes decirles para que puedan ayudarte y... —.
—Estará bien. Debes confiar en él. Además, DongHae nos ha dado su palabra de que tendrán cuidado en todo —el señor Lee la sostuvo de los hombros para apartarla de su hijo. Éste se acercó al extremo del auto donde la puerta ya estaba abierta y automáticamente estiró los brazos hacia Ray para ser ayudado a trepar al auto.
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Efecto Placebo [EunHae]
FanfictionDel arte de la curación y otras delicias. Deriva los resultados de un medicamento, pero no tiene ningún principio activo que lo clasifique como tal, es decir: la perfecta dosis de un Lee DongHae para un Lee Hyukjae. También funciona a la inversa.