—Está todo arreglado —.
DongHae bajó la mirada hasta el cristal de su vaso para observar los cubitos de hielo agitándose suavemente; a veces chocando unos contra otros. Sentía toda la atención encima.
Sólo por eso no quiso enderezarse y encarar a quienes, ya sabía, lo apoyaban en su decisión, pero en el fondo estaban totalmente en desacuerdo.
YoonHan puso su mano sobre el hombro del castaño para presionar y agitarlo suavemente.
—Sólo necesitamos que empaques —concluyó sus palabras el mayor de los Lee provocando que el otro frunciera el ceño suavemente por unos cuantos instantes.
Evidentemente no podría aspirar a que huir de la situación le compusiera la cabeza. Pero al menos con irse un tiempo sabría ordenar una pequeña parte de sus ideas. Puede que hasta consiguiera suavizar toda esa intensidad de emociones que se le acumulaban día tras día.
Y si bien no desaparecerlas, sí volverlas llevaderas.
El problema de querer tanto a una persona es que a veces ya no sabes cómo medirte.
Aspiras a tanto. Esperas tanto para que luego, sin avisos o advertencias, la decepción se pose frente a tus ojos y te muestre la otra incómoda cara de los sentimientos que no consiguen ser recíprocos.
Por ello DongHae ansiaba detener sus inconscientes fantasías. Esas que más de una noche le hicieron imaginar qué pasaría si, al abrir sus ojos, el rostro de Hyukjae estuviera frente a él para luego recibirle con un beso.
Si sus visitas al invernadero en el que pasaba horas mirando a la nada se convirtieran en una señal para anunciarle que la composición de los hechos estaba próxima.
Ya no quería seguirse ideando disparates.
Ya no podía continuar despertándose cada mañana únicamente para decepcionarse porque, nuevamente, Lee Hyukjae no llegó a buscarlo.
Debía parar antes de que enloqueciera.
Y dormir. Sí. Dormir tanto por las noches sin temor a soñar nuevamente con la suavidad de un par de labios. O con la calidez de una mirada café. O con la delicadeza de una armoniosa y a veces escandalosa risa como lo era la de él.
Nana apoyó su mano sobre la rodilla de Hae.
—Cariño —habló con tiento. Quebrando su propio pacto en el que prometió no intervenir en nada. Ella también aspiraba a una reconciliación o a algo que por lo menos le devolviera el color al semblante del castaño. Cada vez lo veía más lejano—. Huir de los problemas no siempre es la solución —.
—Abuela —le llamó YoonHan adoptando también ese semblante compasivo en el que quería desesperadamente hacerle ver que alejarse por ahora era la mejor solución—. Sólo serán unos meses. Apenas sea momento de que repita el año lo tendrás aquí —miró alrededor conectando también con el rostro inseguro de Jung Soo y la silenciosa Sora—. Son vacaciones nada más —.
ESTÁS LEYENDO
Efecto Placebo [EunHae]
FanfictionDel arte de la curación y otras delicias. Deriva los resultados de un medicamento, pero no tiene ningún principio activo que lo clasifique como tal, es decir: la perfecta dosis de un Lee DongHae para un Lee Hyukjae. También funciona a la inversa.