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•Smith _____________•

— Papá...

— Ese mismo.

Quedé atónica sin saber exactamente que hacer. Inmediatamente unos nervios comenzaron a adueñarse de mí.

— ¿Qué...haces aquí? —eso sonó tan brusco que me arrepentí de haber preguntado una pregunta tan tonta como esa.

— Vine a visitar a mi hija ¿acaso no puedo? —su voz estaba cargada de sarcasmo y una sonrisa que fingía falsa paciencia.

— No. Digo si, si que puedes hacerlo.. claro que puedes hacerlo —mierda.

— ¿Por qué estás nerviosa?

— Por nada, papá —dije volviendo a la realidad.

— ¿Son novios, cierto? —fué directamente al grano.

Jungkook y yo compartimos mirada, no sabía si ponerme más nerviosa cuándo Jungkook me pedía auxilio con la mirada.

— Sí. —afronté la realidad, no me importaba ya lo que fuese a decir mi padre, yo ya era mayor de edad, ya podía hacer lo que me plazca, ya no vivo debajo de su techo. Ya no soy una niñita de papá y mamá. Ahora estoy en el proceso de ser una persona adulta. Y eso tenía que saberlo muy bien.

— Te doy menos de tres segundos para que corrigas aquella frase —mi padre se puso serio, lo supe cuándo paró frente mía retándome.

— No diré lo contrario, papá, somos novios. —volví decir aguantando las lágrimas, jamás había afrontado a papá de esta manera, cosa que me hacía sentir culpable.

Él seguía mirándome sin expresión alguna, aunque sabía, es más, conocía perfectamente su mirada de desesperación, la cuál, ahora mismo me estaba debilitando.

— ¿Porqué caíste tan bajo, ___________? Yo te cuidé, lo hice siempre, siempre lo hice, te enseñé lo que era realmente amor entre padre e hija. Tu sabías más que nadie lo que nuestra familia pasó, tú eres consciente de eso y aún así... Caíste en este estúpido juego.

Esas palabras hicieron que mis lágrimas se derramen sin freno alguno sobre mis mejillas.

— Papá... —sabía que esta discusión acabaría en una conversación imborrable para mi mente. No estaba preparada para esta conversación, jamás estuve preparada para esta jodida conversación y lo que más me enoja es que mi padre lo sepa y aún así quisiera hablar de ella.

— ¿Papá? ¿Ese es lo único que se te ocurre decirme ahora? —sonrió sarcásticamente—, te cuide mucho, siempre me empeñaba en hacerte reír, era mi obligación cuidarte cuándo tu madre se emborrachaba —soltó un jadeo de dolor y eso me partió el alma en dos, jamás había visto a mi padre llorar, y el echo de que eso estaba apunto de pasar, me puso la piel de gallina—, tú sabías que tu madre no era la mejor mujer del mundo, os dejaba solas: a tu hermana y a tí. Yo tenía que afrontar la realidad y cuidar de vosotras, siempre fuí débil ante tu madre, por eso jamás me devorcié de ella; porqué sabía y comprendía que aunque por muy mala que fuese, es vuestra madre. Me aferré a la esperanza de que cambiase un día y vuelva a ser la mujer la cuál me enamoré y prometí amarla por siempre, pero jamás pasó eso. Siempre fué una egoísta. Lo supe cuándo ella aparecía por la puerta borracha. Lo supe cuándo con mis propios ojos veía como me engañaba, pero... no pude devorciarla, porqué era tu madre, era vuestra madre y yo... era muy débil ante ella.

— Papá, para... —dije al borde de las lágrimas.

— Siempre fuí el responsable de la familia, tu nunca has visto nada, ya que eras muy pequeña, pero yo sí, lo viví y por eso no quiero que te enganches a historias amorosas, no quiero que termines como yo.

𝖧𝖮𝖱𝖬𝖮𝖭𝖠𝖲 || J.J.K & _________ || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora