— ¿Qué te pasa? —pregunté a Mia, la cuál se encontraba de mal humor desde primera hora.
— ¿A quién mato ahora? —se puso a la defensiva Mark sentándose en la mesa en la cuál estábamos todos.
— No me pasa nada. —balbuceó ella.
— Sí que te pasa algo, pero no importa... Estamos aquí.
De la nada, alguien se sentó en la mesa. Todos giramos a ver de quién se trataba y nos llevamos la sorpresa del día; era Lucas. Todos sabíamos que ambos se gustaban pero el orgullo de Lucas le impedía tener una relación con Mia.
Es un gilipollas.
Hace dos días habían quedado pero Lucas la rechazó. Odié con toda mi vida ver a mi mejor amiga llorando. Así que todos juntos; Hunwo, Mark, Jungkook y yo logramos sacarla de ese momento tan duro.
Ella siempre fué mi mano derecha y ahora me tocaba a mí ser la suya.
— Vete de aquí, Lucas. —mandé mirándolo mal.
— Descuida, no lo haré linda.
— La boquita relajada hijo de puta. —saltó Jungkook.
Lucas iba a hablar pero Hunwo lo interrumpió.
— Lucas, por tu propio bien, desaparece de mi vista. —dijo Hunwo tronando los dedos.
Hunwo actuaba como un hermano sobreprotector cuando se trataba de nosotras, y la verdad, me encanta.
— ¿Entonces el callado tiene personalidad? —sonrió Lucas.
Aclaré mi garganta haciendo que todos me miren, pero yo fijé mi mirada en Lucas. Tenía tantas ganas de matarlo por el rechazo tan cruel que le dió a Mia.
Él levantó su mirada y la mantuvo en la mía. Lucas era alto, delgado y siempre mantenía una postura recta. Simplemente olía a peligro, un peligro que atraía a mi mejor amiga. En sus ojos solo había lo más profundo amor hacia Mia; era un total gilipollas por tener el ego tan alto, se estaba lastimando a sí mismo y también a Mia, y eso sí que no lo voy a permitir.
No permitiré que mi mejor amiga sufra. No voy a permitir que una relación sufra por ego.
Iba a hablar pero Mia me interrumpió.
— Me voy. —se levantó de la mesa.
— Mira Mia, no me vengas con esa vaina, que tú sabes que el que manda aquí soy yo.
Todos nos miramos ante la respuesta de Lucas. Ahora ellos dos se encontraban de pié iniciando una pelea.
— ¿Qué?
— Si tu eres loca y sales por esa puerta lo de nosotros aquí hoy murió. —dejó en claro que quería venir a disculparse con Mia.
Eso me alegró, nos alegró a todos. Pero el problema es que Lucas ya había sacado a Mia de sus casillas, ya que ella no descifró sus palabras.
— A mi no me des cotorra que tu psicológia yo ya me la sé, si tu me amenazas que te vas con otra, te juro por mi madre que me voy con tres —ella habló sin pensar—, te confesé todo, pero simplemente te importó chingas. ¿Ahora para qué vienes? —pausó ella mirándole a los ojos—, vete.
Lucas elevó sus cejas cruzándose los brazos.
— Idiota... He venido para disculparme, no para pelear contigo. ¿Y de dónde sacaste lo de otra? —preguntó él confuso—, no hay otra, Kim Mia. No hay otra aparte de tí.
Ella al parecer no entendió al principio pero luego sí, ya que su expresión cambió por completo, se llevó la mano a su boca así para taparla entrando en shock.
— ¿Aceptas ser mi novia? —mordió su labio nervioso. Mía lo abrazó al instante al escuchar eso.
En ese momento, sentí la mano de Jungkook tomar la mía y apretarla fuertemente. Giré para verle y este me sonreía ampliamente con una de sus mejores sonrisas. Me era inevitable no acercarme a sus labios y dejar un besito en ellos.
Toda la tensión que sentiamos hace minutos se relajó gracias a la confesión de Lucas.
Ahora me tocaba esperar ser una tía. Espero que sea lo más pronto posible.
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