— Ya sabes a lo que quiero llegar —soltó agitadamente.
Verle en esta imagen, me excitaba. Sentí algo atraerse dentro de mí haciendo que mi piel se erizara.
Asentí torpemente sin saber que hacer.
— Te ayudaré —me miró—, primero chupas la glande y luego te metes la polla de Jungkook, tu Daddy, en tu boca. Fácil y sencillo —dijo.
Como digas sexólogo.
Saqué mi lengua y la llevé hacia su glande para chuparla lentamente. Después de dar por echa esa acción, adentré su miembro en mi boca. Era evidente que no cabía entero dentro de mí cavidad bucal, pero a las partes que no llegaba las estimulaba con mis manos.
— Lo haces jodidamente increíble —echó su cabeza hacia atrás agarrándome de la coleta para adentrar más su miembro.
Sentí aquella falta del aire así que inmediatamente lo saqué de mi boca.
Jungkook se subió su boxer junto con su pantalón y bajó a mi altura ya que todavía estaba agachada.
— Para tu primera vez... lo hiciste bastante bien —me sonrió levantando mi barbilla— ¿Alguna vez te hicieron un cunnilingus? —preguntó mirándome.
— ¿Un qué? —reí al escuchar esa palabra.
— Un cunnilingus —soltó de lo más tranquilo.
— ¿Eso qué es? —pregunté confusa.
— Verás, es un oral de toda la vida... Pero me gusta llamarlo cunnilingus, suena bastante divertido, igual de divertido lo que te haré yo ahora —dijo levantándome para cogerme como un saco de papas.
— ¡Suéltame! —comenzaba a repartir golpes en su espalda—, dijiste que no me harás nada si yo te obedezco ¡Te obedecí, ahora déjame ir! —me movía en su hombro.
De la nada sentí su mano posarse en mi trasero.
— Gracias por hacerme caso, ahora seguirás haciéndome caso —escuché su voz.
¡Mierda!
Sentí como llegó a los baños de aquella biblioteca y me dejó en el suelo.
— Quítate la ropa —pronunció él.
— No —respondí mirándole.
— ¡Aish! Vale, entonces date la vuelta —se quejó indignado.
No entendí lo que quería hacer exactamente, así que hice caso a su orden dándome la vuelta.
Sentí sus manos coger mi cintura atrayéndome a su fornido cuerpo. Podía sentir aquella erreción clavada en mi trasero.
— Dijiste que no me violarás —susurré.
— Un quemaropas no te quita la virginidad, bebé —dijo repartiendo unos besos húmedos en mi cuello.
Quedé estática. Sus finos y suaves labios estaban besando con lujuría mi cuello.
Sentí su barbilla posarse en mi hombro y sus manos adentrarse debajo de mi falda.
— No, por favor —dije parando sus manos.
— Solo disfrútalo —dijo en mi oreja mientras apartaba mis manos de las suyas.
Su mano se adentró nuevamente debajo de mi falda. Mi piel se erizó por completo al sentir sus dedos en mis bragas.
— Joder, estás tan mojada —pronunció mordiendo sus labios.
Cerré mis ojos con fuerza cuando su pulgar comenzó a acaricar suavemente mi intimidad por encima de la fina tela de mis bragas.
— Suéltate —dijo él intentando calmarme.
Hice caso a su orden. No pasaba nada si algún día se juega ¿cierto?
Acomodé mejor mi cabeza en su pecho sintiendo como Jungkook tiró con fuerza del elástico de mis bragas, rompiendolas por completo.
¿Esto era las 50 sombras de Grey?
Mi excitación fue aumentando. Quería gemir, aunque todavía no hizo nada.
Al sentir sus dedos acaricarme, mordí mis labios formando una línea, callando ese gemido.
— Quiero escucharte —dijo en mi oreja con su respiración agitada.
Dejé soltar un gemido al escuchar lo que dijo.
— Vamos a ver... —alargó metiendo su pulgar dentro de mi intimidad. Solté un gemido un poco alto. Esto no molestaba, pero me era raro, ya que jamás lo sentí—, estás muy bien lubricada —metió otro dedo dentro mí.
Solté un jadeo mientras echaba mi cabeza hacia atrás chocando con su firme pecho sintiendo nuevamente esa erreción clavada en mi trasero.
Sus dedos comenzaban a jugar en mi interior. Los sacaba y metía rápidamente, con una velocida sobrehumana, creando ese sonido tan excitante y morboso.
Sentí a algo atraerse dentro de mí. Al parecer, Jungkook lo notó así que metió otro dedo y siguió con esos movimientos tan rápidos. De la nada, solté un gemido ahogado al correrme en sus dedos, por su parte solo gruñó metiendo más su antepierna en mi trasero.
Quedé aún en su pecho intentando calmar mi respiración agitada. Se sintió tan bien. Jamás probé estás cosas y el echo que las probará aquí, en la biblioteca de la universidad... Me gustaba.
— ¿Quién está ahí? —escúchamos a alguien tocar la puerta del baño.
Me alarmé apartándome de Jungkook. Este solo sonrió y tomó mi mano.
— A la cuenta de tres salimos corriendo —dijo parándose frente a la puerta de aquél baño.
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