Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]

Capítulo 23

Todo el mundo se giró a verla. Con cuidado ella se puso de pie y caminó de la misma forma hasta el lugar en donde antes estaba Matt. El mismo hombre del libro se acercó a ella.

—¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad?

Ella apoyó la mano derecha sobre el libro.

—Lo juro —Paul se acercó hasta ella.
—Bien, señorita Wells, ¿usted conoce al señor Matt?
—Sí —respondió ella asintiendo.
—¿Podría decirnos hace cuánto?
—Conozco a Matt desde hace ya dos años, lo conocí en unas vacaciones que hice con mi padre.
—¿Podría decirnos cómo es él?
—Matt es un chico dulce, cuando quiere. Atento y respetuoso —habló ella. ¿Acaso eso iba a ayudarme a salir?—. Pero tiene un serio problema, es demasiado celoso...
—¿Celoso? —inquirió mi abogado y sonrió—. ¿Podría decirnos un poco más de eso?
—¡Objeción! ¿Qué tiene que ver la vida personal del señor Evans con esto? —habló su abogado.
—No da lugar —dijo el juez y miró a Paul—. Prosiga.
—Matt y yo comenzamos una relación amorosa algunos meses después de conocernos, antes de eso, todo era perfecto hasta que comenzaron a aparecer los celos. Pero no eran celos normales, eran celos posesivos y hasta irracionales. Aguante esa situación porque de verdad lo quería y quería intentar algo serio con él. Hasta que hace unos meses decidí terminar con la relación, sus celos me estresaban...
—Entonces, ¿usted nos está diciendo que el señor Evans sufre un grave problema de celos?
—Sí.
—¿Usted conoce al señor Stradlin? —le preguntó. Ella posó su mirada en mí y había algo en ella que no había visto antes.
—Sí.
—¿Puede contarnos sobre eso?
—A Izzy lo conozco hace un mes. Él y yo vamos a la misma Universidad, al igual que Matt.
—Aja, ¿usted podría decirme algunas cosas sobre el señor Stradlin?
—Él es caballero y respetuoso. Siempre se muestra generoso con la gente que quiere y siempre encuentra la manera de hacerte reír.
—¿Señorita Wells, tiene usted algo con el señor Stradlin? —ella volvió su vista a mí y yo la miré fijo.
—Sí.

Entonces sentí que mi corazón se aceleraba. Ella iba a mentir para sacarme de aquí.

—¿Hace cuánto?
—Hace dos semanas.

Paul se giró a ver a los miembros del jurado.

—Una joven pareja que acaba de empezar, ¿no les parece tierno? —preguntó. Todos rieron por lo bajo. Se acercó de nuevo a Beth—. ¿Cree usted que eso tiene que ver con lo que pasó ayer con el señor Evans?
—Estoy completamente segura de ello.
—¡Maldita seas Elizabeth! —rugió Matt.
—¡Vuélvele a levantar la voz imbécil y te arrepentirás! —le advertí.
—¡Orden, orden! —dijo el juez elevando la voz, haciendo que todos se callaran—. Prosiga señorita.
—Izzy jamás actuaría sin provocación. No lo conozco hace mucho pero sí lo suficiente. Siempre está tranquilo y pasivo. Le gusta compartir tardes con sus amigos y no es celoso... bueno quizás un poco, pero lo normal. Estoy segura de que Matt se enteró y que fue a buscarlo —su voz comenzó a sonar temblorosa. Todos la miramos bien.
—Es hora de la actuación —me susurró Ashley.
—Lo único que yo quiero es que él salga. Ustedes no tienen ni idea de lo terrible que fue ayer para mí enterarme de que él estaba aquí... —soltó algunas lágrimas—. Yo lo quiero y él no es un mal chico. Yo sé que también me quiere...
—Tranquila señorita Wells —le dijo Paul y le cedió un pañuelo.

Ella sonó su nariz y soltó un nuevo sollozo. Giré mi vista al jurado y todas las mujeres que estaban allí miraban con ternura a Beth.

—¿Acaso no puedes dejarme en paz Matt? —le preguntó a Evans—. ¿No te cansas de querer volverme loca?
—¡Eres una cualquiera! —chilló él.
—¡No te voy a permitir que le hables así a mi tarroncito de azúcar! —grité poniéndome de pie.
—¡Ya cállense señores o los encerrare a los dos! —sentenció el juez. Todo el mundo volvió a guardar silencio.
—Lo único que pido es que piensen bien antes de encerrarlo. Yo sé que él hizo unas cuantas cosas malas en el pasado, pero me dijo que estaba dispuesto a cambiar...
—Sí, por ti sí cariño —dije en voz alta. Todos me miraron.
—No tengo más preguntas señor juez —dijo Paul.
—Señor Lax, ¿tiene preguntas para la señorita Wells? —preguntó el juez al abogado de Matt.
—No señor.
—Puede volver a su lugar señorita Wells.
—Gracias —susurró ella.