Capítulo 33

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—¿Cuál es tu problema? ¿Por qué haces esto? —me preguntó nerviosa.
—Tranquila cariño —levanté mi mano para acariciar su rostro, ella se alejó mirándome despectivamente—. Como "amigo" tuyo que soy, sólo estoy cuidando de ti y conociendo más con quien sales.
—¿Acaso no lo conoces ya? Por lo que me dijo Ashley tienes bastante interacción con él ya que siempre estás metido en problemas.
—Ya ya, no me retes —dije poniendo mi mejor cara de niño bueno—. Sólo quiero cuidarte...
—Sé cuidarme sola.
—¿Por qué eres tan antipática cuando sólo quiero hacer las cosas bien? —pregunté ya un poco molesto.
—No, tú no quieres hacer las cosas bien —me miró incrédula elevando un poco el tono de su voz—. En el único que estás pensando en éste momento es en ti mismo... ¿qué voy a importarte yo? No seas cínico Izzy. Sólo te importan tú y tu maldito orgullo machista.
—¡Eso no es verdad!
—¿Ah no? Sí, sí es verdad. Lo único que quieres de mí es sexo... nada más. Y no te agrada la idea de que se lo dé a otro, PORQUE ERES UN VULGAR Y SUCIO MACHISTA.
—¿Tú no se lo darás a Vincent verdad?
—No, no se lo voy a dar a nadie más. Ni a ti, ni a él, ni a Matt. A NADIE.
—¿Por qué?
—Porque voy a tomar los hábitos —dijo más seria de lo que realmente desee que estuviera.
—No, tú no estás hablando en serio —solté rápidamente algo nervioso.
—¡No, claro que no! —suspiré aliviado—. Pero me parece que es lo que quieres ya que no puedo estar con nadie porque tú te encargaras de arruinarme cada cita que tenga —me acusó—. ¡Quiero que te vayas!
—¡No, no voy a irme! —sentencié—. ¡Y mañana iremos los tres a ese partido y te va a gustar ir conmigo y con Vincent juntos! ¡Y te vas a sentar en medio de los dos y vas a mirar el partido, vas a alentar al equipo y te va a encantar la salida!
—¡Bien, perfecto! —chilló casi gritándome—. ¿Quieres jugar? Yo también puedo jugar Stradlin, y te juro que te vas arrepentir de haberte metido en mi vida, de haberte metido en mi cama, y de haberte metido conmigo...
—Que miedo me das —dije irónico. Ella me miró y sonrió perversamente.
—Pues deberías temerme cariño, si antes decías que te volvía loco... ahora no sabes la que te espera.

Volvimos a entrar y ella se sentó a la mesa sin dejar de sonreírle a Vince. Él nos miró consecutivamente y sonrió levemente esperando escuchar algo.

—Vince, mañana vamos al partido con Izzy —comentó. El rubio sonrió.
—¿De verdad? ¿No te molesta? Beth, si no quieres ir... podemos ir al cine como habíamos acordado.
—Tranquilo Vince, vamos a ver el partido. La vamos a pasar bien igual que en el cine —dijo ella y apoyó su mano sobre la de él. La miré de reojo, ¿con que ese era su plan, verdad?
—¿Qué pediste para cenar Vince? —le pregunté. Él me miró.
—Mmm, bueno, pedí algo simple y rico. Pastas.
—Lamento decirte Vince que Elizabeth es...
—Vegetariana —me interrumpió él—. Lo sé, por eso para ella pedí una pasta especial de sémola con salsa de espinaca.
—Eres tan considerado —le sonrió ella.
—Lo mereces —concluyó él galante. ¡Ya no iba a poder tolerarlo!
—¿Y cómo van las cosas en el centro, Vince? —pregunté para que pusiera su atención en otro cosa y dejara de mirar a Beth.
—Por ahora todo marcha sobre ruedas. La semana pasada tuve una reunión con el rector y el director de la administración. Vamos a hacer un nuevo proyecto basado en mejorar las condiciones de los laboratorios y talleres.
—Sí, he escuchado un poco de eso. Todo el mundo está muy conforme con tu mandato —le dije divertido. Él rio.
—Yo no lo llamaría así. Sólo soy un alumno más que fue elegido por el resto del alumnado para hacerle llegar sus quejas e ideas a las autoridades —explicó condescendiente.
—No seas modesto —habló Beth metiéndose en nuestra conversación haciendo que ambos la miraramos—. Eres un gran presidente... si yo hubiese estado cuando te postulaste te aseguró que te hubiese dado mi voto.
—Serías una excelente asesora de campaña —sugirió divertido.
—¿Lo crees? —preguntó ella.
—Sí, eres así como especial para esas cosas —respondí metiéndome en su conversación—. Te gusta mucho el tema de hablar, de opinar sobre la gente... tienes la palabra fácil.
—Ella tiene ese carácter fuerte y decidido como todas las mujeres que saben de política y esas cosas —comentó él. Lo miré.
—Sí, principalmente porque miente muy bien —dije divertido.

Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora