Capítulo 42

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Era una extraña sensación. Una hermana, sangre de mi sangre. Jamás pensé que se podía querer a alguien sin haber tenido ningún tipo de contacto alguna vez. Cuando leí la carta de mi madre y me contó sobre ella, juro que empecé a quererla. Al fin tengo a quien celar de babosos adolescentes...

—Mamá siempre me habló de ti, pero estás diferente que en las fotos —me dijo y se alejó para mirarme bien.
—Katy, yo te dije que ese era tu hermano de niño, ahora él es un hombre —explicó mamá.

Mi pequeña hermana miró a Beth y luego me miró a mí para luego sonreír mostrándome todos sus dientes.

—¿Ella es tu novia?
—Mmm, no pequeña. Soy su amiga —contestó la morena rápidamente. La miré y sonreí por lo bajo. «Sí, cariño, eres mi amiga, pero con derecho a todo.»
—¿Beth quieres jugar conmigo a las barbies? —le preguntó.
—Katy, no creo que ella...
—Tranquila, señora, encantada juego con ella. Además creo que usted e Izzy tienen mucho de que hablar.
—Ella tiene razón, vamos afuera —sugirió Ben y vimos como los tres salían al jardín.

Mi madre se sentó en una silla y me hizo un gesto para que me sentara frente a ella, lo hice y al instante ella tomó mis manos. Sus manos... sus manos siempre me arropaban por la noche antes de dormir. Luego de que ella ya no estaba, nadie lo hacía. Sólo Alice cuando venía los fines de semana...

—Eres tan hermoso y no lo digo sólo por ser tu madre.
—¿Dónde has estado todo este tiempo?
—En Londres —contestó y suspiró—. Tu padre casi me obligó a dejar el país... Tuve que hacerlo hijo, sino él iba a hacerte daño.
—Es una mierda —aseguré.
—Tranquilo mi vida, con odio hacia él no ganas nada.
—¿Cómo puedes pedirme que no lo odie? Mamá, él... él simplemente es un completo extraño para mí. Nunca se ha comportado como un padre. Siempre fue manipulador y hasta frío conmigo. Simplemente yo creo que él me odia.
—Voy a contarte una cosa hijo —se acercó más a mí—. Tu padre siempre fue así... una persona posesiva, celosa y manipuladora. Pero yo me enamoré de él, lo amé más que a nada en este mundo. Todo era perfecto hasta el día en que le dije que estaba embarazada de ti.
—¿Qué? —solté algo confundido.
—Izzy, cuando yo le dije a tu padre que íbamos a ser papás él cambió drásticamente. No me acompañaba a las ecografías, él no estaba pendiente de mí. Y ahí fue cuando conocí a Ben... él trabaja en el hospital al que yo iba a atenderme, y un día yo estaba realmente mal porque a tu padre parecía no importarle nada de ti o de mí. Ben se ofreció a acompañarme aquel día y ahí fue cuando supe que serías un varón —comentó con una pequeña sonrisa en los labios—. Ese día fui a contarle a Frank que serías un niño, y la cosa empeoró. Él simplemente no era el mismo... estaba violento, no le importaba mi salud. Y entonces entendí qué era... —hizo una pausa y la miré incentivandola a que continuara—. Él tenía celos de ti, Izzy.
—No... no creo que haya sido eso —respondí haciendo todo lo posible por entender lo que ella me contaba. Mis ojos estaban algo húmedos.
—Sí hijo, tu padre estaba celoso de ti. Él no concebía la idea de otra persona en mi vida además de él. Y cuando le dije que serías un varón, la cosa cambió a peor. Cuando naciste él no quiso entrar a la sala... ¿Sabes quién estaba conmigo? —preguntó. La miré a los ojos.
—¿Ben?
—Sí —susurró y unas cuantas lágrimas cayeron de sus ojos—. Ben era... o mejor dicho aún lo es... partero, y él fue el que te trajo. Eras tan pequeño y hermoso que parecías de mentira. Te pusieron en mi pecho y dejaste de llorar. Tus ojos se abrieron y me pareció que me mirabas... nunca pensé que podía amarte tanto.
—¿Luego que pasó? —cuestioné con un nudo en la garganta.
—Tu padre decidió entrar y se acercó a nosotros para mirarte. Pensé que cuando te viera algo se iba a despertar dentro de él, pero no fue así. Él simplemente se dedicó a mirarte fijamente por unos cuantos minutos, y luego se fue...
—¿Y ahora sigues pensando que no debo odiarlo? —dije mirándola fijamente a los ojos.
—Lo único que puedo decirte es que eres el regalo más grande que la vida me ha dado. Y tu padre también fue participe en ello.
—¿Sabes cómo logré contactarte? —ella negó con la cabeza—. Beth consiguió tu número... Y ya no quiero hablar de Frank —ella asintió con la cabeza con una mueca en su rostro. Acaricié sus manos y le sonreí—. Feliz cumpleaños, mamá —ella sonrió y me abrazó. Luego de unos segundos se alejó para tomar mi rostro con sus manos.
—Verte aquí es el regalo más grande que me pudieron dar hoy —dijo contenta—. Creo que tendré que darle las gracias a Beth —sonreí levemente—. ¿De dónde se conocen?
—Vamos juntos a la Universidad y ella... ha llegado a mi vida hace un mes. Puedo asegurarte que la ha cambiado completamente —conté medio bobo.
—¿Son novios?
—No precisamente... estamos en algo, recién comenzando.
—Es maravillo, pensé que nunca viviría el momento en que me trajeras a "tu chica" a casa. ¿Estás enamorado? —la miré fijo a los ojos y sentí una pequeña presión en mi pecho.
—Creo que sí.
—¿Crees? —repitió confundida.
—Mamá, la verdad es que nunca me pasó algo así. Yo...
—Eres un don Juan —me acusó con indignación.
—Sí, puede ser...
—¿Con cuántas mujeres has estado?
—Mamá, ¿no crees que...?
—Contéstame, Izzy —sentenció con firmeza. Sonreí ante su enojo. Siempre quise que mi madre me regañara.
—No lo sé.
—¿Cómo que no lo sabes?
—No, no lo sé. Nunca me puse a contarlas.
—Oh, eres un desconsiderado mujeriego. No puedo creerlo...
—Mami, ya no me regañes. Sabes que sólo tú me interesas —le puse mi mejor cara de niño bueno. Ella me miró bien y sus ojos se humedecieron. Sonrió y volvió a abrazarme.
—Aún consigues comprarme —dijo sin soltarme. Se alejó y me miró—. Pero creo que eso ahora no es así... porque he visto cómo la miras.
—Ella no sólo es hermosa por fuera, también lo es por dentro.
—Sí, se nota y mucho.
—Te extrañé tanto...
—Y yo a ti, bebé —me dijo y se puso de pie entregándome su mano—. Vamos a fuera.

Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora