Capítulo 44

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—Ten cuidado hijo —habló con toda la calma posible mientras me miraba fijamente. Mi mandíbula se tensó—. Mide tus palabras... no querrás que algo le pase a tu nueva dama de compañía, ¿o sí?

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso, rápidamente me acerqué a él tomándolo de la camisa para acercarlo a mí.

—Escúchame bien, maldito infeliz —pronuncié entre dientes sin dejar de sostenerlo por la camisa. Sus ojos se clavaron en los míos—. Dejaré de lado el motivo de tener tu maldita sangre si le tocas un pelo a Beth... no voy a dudar en acabar contigo.
—Te importa de verdad —susurró como si acabara de descubrir lo mejor de su vida.
—Entendiste, ¿verdad? No juegues conmigo, Frank... ya no tengo 9 años. Y lo único que siento por ti es desprecio así que mejor no me busques —lo solté bruscamente y salí de aquel despacho antes de acabara con la poca paciencia que me quedaba.

Cuando estuve afuera de la casa patee lo primero que estuvo delante de mí. El tacho terminó en medio de la calle con toda la basura esparcida.

Intenté calmarme pero se me estaba haciendo imposible. De verdad, pero de verdad, si a él se le ocurre hacerle algo a Elizabeth lo mataré. Solté un suspiró y decidí calmarme del todo. Comencé a caminar y luego de unos cuantos minutos llegué a mi casa, necesitaba dormir un poco, pensar, despejarme.
Abrí la puerta y al instante mi prima salió de la habitación.

—¡Hola! —exclamó con una sonrisa de oreja a oreja. Se acercó a abrazarme, al instante se alejó de mí y me miró bien—. Oye, ¿qué te pasa? ¿Acaso vas a decirme que arruinaste todo con Beth y pelearon? —no pude evitar sonreír.
—No, no pelee con Beth —respondí en un suspiro.
—¿Entonces? ¿Por qué esa cara horrible? —preguntó. Le estaba por decir algo pero me interrumpió con un pequeño gritito—. Quiero que me cuentes, quiero saberlo todo... todo. ¿Qué pasó con Beth? ¿Por qué durmieron juntos? ¿Cómo te sientes? ¿Estás enfermo? ¿Sabes lo que haces verdad? —volví a reír.
—Sí, sé lo que hago... todo está bien. Anoche me di cuenta de que todos tenían razón, yo estoy loco por Beth, la quiero... no puedo evitarlo.

Ashley llevó sus manos a su pecho y puso su mejor cara de tonta emocionada, apretó los labios como si evitara llorar y luego volvió a gritar. Me alejé un poco de ella.

—Aaay, muero, te juro por Dios que me muero aquí mismo. No puedo creerlo, esto es increíble. Al fin, primito —dijo y apretó mis mejillas.
—Ya, ya —me alejé de su molesto agarre.
—Te quiero, primo —me volvió a abrazar. Sonreí y le respondí el gesto.
—Yo también te quiero, tonta —respondí. Se alejó de mí y soltó un suspiro. La miré bien percatándome de que estaba bastante arreglada—. ¿Vas a salir? —ella se sonrojó instantáneamente y ahí supe que ella saldría con Steven—. Ooooh, vas a salir con Steven.
—Bueno yo... él me invitó al... cine y bueno, creo que ya es hora de... de hacerle un poco de caso. El pobre ya me estaba dando pena... —habló algo nerviosa.
—Mentira tonta —la miré divertido y la empujé levemente—. Te mueres por él, admítelo.
—Bueno sí, me gusta —dijo haciendo un leve puchero y mirando al suelo—. Así que... no me esperes hoy, no vendré.
—Está bien... al fin podré dormir en mi cama —golpeó levemente mi brazo—. Ya, sólo bromeo. Me voy a bañar y a dormir un rato...
—Está bien, tontín, adiós —dijo y besó mi mejilla.

Me dirigí a mi habitación y me tiré en la cama. Tomé mi celular y busqué su número. Sonó una... sonó otra.

—"¿Cómo te fue con tu padre?" — preguntó al atender.
—Primero que nada, "hola cariño, ¿cómo estás? Te extraño" —dije y escuché su risa.
—"Hola, cariño, ¿cómo estás? Te extraño." —sonreí y me senté en la cama para buscar un poco de ropa ya que iba a entrar a bañarme.
—Bien, ¿y tú cariño?
—"Bien, acabo de salir de lo de mi madre... ahora voy a lo de papá."
—¿Vas a tardar mucho? Quiero verte.
—"Quizás no podremos vernos hoy, Izzy" —detuve mi búsqueda de ropa y me paré bien.
—¿Por qué no? —pregunté como un niño al que no quieren comprarle un juguete nuevo.
—"Porque papá hará una cena y seguro quiere que me quede..."
—Beth , no me hagas esto —supliqué.
—"Pareces un niño" —dijo divertida.
—Está bien, déjame solo... no te necesito —colgué y me dispuse a buscar la ropa. Mi celular comenzó a sonar y sonreí al ver que era ella. Esperé unos segundos antes de atender.
—"¿Por qué me cortas? ¿Acaso de verdad eres un niño?" —preguntó enojada. Sonreí.
—No me extrañas, es eso.
—"Tonto, eres un tonto... te comportas como un tonto. ¡Claro que te extraño! ¿Acaso crees que no me muero de ganas de besarte en este preciso momento?" —sonreí como un bobo mientras entraba al baño.
—¿Quieres besarme?
—"Claro que quiero besarte" —susurró.
—Yo quiero hacerte otras cosas —dije con voz profunda.
—"¡Izzy!" —se quejó divertida.
—Entonces, ¿no vas a venir? —insistí esperanzado con que me dijera que sí iba a venir.
—"Hagamos una cosa, apenas salga de ahí te llamo y vemos si vamos al cine y tomar algo, ¿quieres? Así de paso hablamos de tu padre..."
—No, no quiero hablar de él —aseguré.
—"Vamos, cariño, te hará bien" —sonreí levemente.
—Está bien, llámame por favor.
—"Te llamo, adiós" —dijo y colgó.

Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora