Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]

Capítulo 32

—Lo siento, ¿estás bien? —le preguntó a ella cuando al fin la soltó.
—Sí, sí. Perdón, soy una tonta... no estaba mirando mi camino... —se disculpó ella.
—Soy Vince Neil —se presentó y estiró su mano. Ella la tomó con cuidado.
—Elizabeth Wells —le regaló una pequeña sonrisa.
—¿Eres nueva?
—Sí, entré este semestre —le contó. Vince asintió y le sonrió amablemente.
—Sabía que había entrado gente nueva pero no había tenido el agrado de conocerla. Es un placer... bienvenida.
—Muchas gracias —dijo ella y vi como sus mejillas tomaban un poco de color.
—Cualquier cosa que necesites me avisas... por si no sabías soy el presidente del centro de estudiantes, cualquier cosa que pase con las materias o algún profesor no dudes en contarme. Así podremos arreglar el problema.
—Lo tendré muy en cuenta.
—Vaya que eres una genio, Ashley, no pudo haber salido mejor el numerito —la felicitó Steven. Ella sonrió orgullosa.
—Pero esto no fue planeado, yo no esperaba que se encontraran en el pasillo, pero al parecer el destino sí —habló contenta.
—Pero sí hiciste que se chocaran —la miré mal. Ella arqueó una ceja.
—¿Celoso primito? Pues bien merecido te lo tienes.
—¿Saben una cosa? Todos tienen razón —dije y miré de nuevo a Vincent y Elizabeth quienes se estaban despidiendo—. Vince es un tipo estupendo, es más, voy a hacerme su amigo.
—Sí, claro —bufó Axl.
—Lo que digas —agregó Steven.

Beth siguió su camino hacia el lado de la cafetería mientras que Vince comenzó a caminar para el lado en el que nosotros nos encontrábamos.

—¡Vince, amigo! —lo llamé, él se giró a verme—. ¿Cómo estás?
—Hola Izzy —me saludó amable—. Bien, ¿y tú?
—Perfecto.
—Me alegro —dijo y detuvo su paso para mirarme—. ¿No tienes ningún problema con algún profesor verdad?
—Por ahora no amigo, para nada —respondí negando con la cabeza.
—Que bueno, pero cualquier cosa no dudes en avisarme...
—Tranquilo, si llegara a pasar iré a verte.
—Estoy para lo que necesites.
—Lo sé, eres un gran presidente —alardee.
—Eso intento —me miró divertido y siguió caminando.
—Eres un manipulador horrible —me acusó mi prima.
—Y tú eres una prima horrible. ¿Cómo le vas a entregar a Beth así como si fuera un paquete o algo por el estilo? ¿Qué clase de amiga eres? Olvídate de que somos familia... ya no te quiero más —aseguré y miré para otro lado ofendido.
—No importa que ya no te quiera Ashley —le habló Steven—. Yo estoy aquí para cuidarte cuando este primo abandónico que tienes te deje sola.
—¿En serio? —ella lo miró con una sonrisa dulce en su rostro.
—Claro que sí caramelito.
—Aaaw, eres tan tierno —dijo ella y se acercó a él para pellizcar su cachete. Steven aceptó el gesto como lo mejor que le hubiese pasado en toda su vida.
—¿Lo ves? Eres una persona horrible... hasta haces que Steven diga puras tonterías en más de dos oraciones —la miré con el ceño fruncido. Golpee levemente a Steven para que dejara de mirarla con cara de imbécil—. Además de que yo conozco a Vincent a raíz de mis problemas con la autoridad de este lugar, mucho antes de que Elizabeth llegara...
—Pero nunca te había importado lo que hacía, ni nada sobre él. Así que mantén tu persona alejada de él y de Beth porque sino vas a acordarte de mí —me aclaró ella.
—No sé, no puedo prometerte nada primita. Ya sabes que tengo varios problemas con la autoridad de aquí —sonreí arrogante.
—Prométemelo, Izzy —sentenció.
—Ashley, no sé si pueda.
—¿Por qué haces esto?
—Porque está muerto por Beth y no quiere admitirlo... —respondió Axl.
—Admítelo —me dijo mi prima.
—Es que eso no es así, yo sólo quiero cuidarla porque es mi amiga...
—Sí, una amiga con la que te gusta acostarte. Con la que te gusta tener sueños pervertidos y a la que te gusta besar por ahí —me acusó.

Sonreí burlonamente y sin querer recordé algunas de las cosas vividas con Beth la noche pasada.

—Eso sí es verdad —acepté con una sonrisa perversa en los labios—. Ella es tan... grrr
—Eres tan sucio —me acusó mi prima.
—Y a mucha honra.
—Te detesto —escupió mirándome venenosamente. Le sonreí y palmee suavemente su hombro haciendo que su odio hacia mí se incrementara notablemente.
—Yo también te quiero prima.