Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]

Capítulo 30

Me desperté a causa del sonido de unas hoyas. Levanté mi cabeza y miré hacia la cocina. Ashley era la que estaba haciendo ese insoportable sonido.

—¿Qué haces? —le dije con la voz somnolienta.
—Busco mis aros. ¿Los has visto?
—¡Quiero dormir Ashley! —la regañé y volví mi cabeza a la almohada.
—Lamento arruinar tu sueño, pero es hora de que te levantes, vamos a llegar tarde a la Universidad —gruñí por lo bajo y me senté en el sillón mientras restregaba mis ojos para poder mirar bien, me puse de pie y comencé a caminar hacia el baño—. Oye, ¿qué tienes?
—¿Por qué? —le pregunté deteniendo mi paso.
—Porque estás así como... renovado, como nuevo. Tienes una mirada distinta y pareces hasta contento.

«Beth.»

Pensé en ella al instante. Estaba como nuevo por lo que había pasado con Elizabeth. Me sentía extrañamente renovado, como si hubiese dormido unos tres días seguidos.

—Estoy haciendo yoga —le respondí a Ashley mientras entraba al baño.
—¿En qué momento? —preguntó ella y pasó por mi lado hasta la habitación. Entré al baño, lavé mi cara y mis dientes. Escuché cómo tocaban la puerta de baño.
—¿Sí? —dije mirando hacia la puerta. Mi prima la abrió y se asomó.
—Me voy primito, Beth ya está abajo por mí.

Me paré bien derecho y la miré fijo. «Ella estaba abajo...»

—Está bien, te veo luego.

Ella me sonrió y salió de allí dejándome bastante alterado. Beth estaba abajo, en su auto, yendo hacia la Universidad. De seguro va a contarle contentísima a Ashley lo que pasó esta madrugada.

Sonreí y terminé de arreglarme para salir de casa y subirme a mi linda moto. El día estaba espectacular, un sol radiante y un cielo azul. Me puse mis anteojos y prendí marcha hacia la Universidad.

Llegué y mis amigos ya estaban en el lugar de siempre. Me bajé de Betty y miré el auto de Beth. Ellas ya estaban adentro...

—¿Qué tal hermanos? —les pregunté contento mientras me acercaba a ellos y los abrazaba a cada uno por separado.
Steven se alejó de mí y me miró con desconfianza.
—¿Quién eres? ¿Dónde está Izzy? —cuestionó mirándome de arriba a bajo.
—Soy yo, soy yo. ¿A caso no puedo abrazar a mis hermanos?
—No, éste no es Izzy —le dijo Axl a Steven. Reí divertido.
—Vamos, hay que entrar, se nos hace tarde —comencé a caminar pero detuve mis pasos y me giré a verlos. Sonreí por lo bajo—. ¿Pueden moverse?
—No, éste de verdad no es Izzy. ¡Tengo miedo Axl! ¡Tal vez una nave espacial raptó al verdadero Izzy y nos dejó a este que da abrazos y quiere llegar temprano a clases!

Axl me miró fijo, analizándome, hasta que una sonrisa de idea atravesó su rostro.

—Yo sé qué es lo que le pasa —el rubio lo miró.
—¿Qué le pasa?
—¿Acaso no te has dado cuenta Steven? Mira su cara, mira su aura, su rostro, su cara de relajación y renovación. Izzy tuvo sexo anoche, por eso está así —Steven me miró fijo y sonrió.
—Ooooh, por ahí viene la mano —dijo Adler y ambos se acercaron a mí. Sonreí por lo bajo, estos dos siempre encontraban la manera de saber lo que me pasaba—. ¿Quién fue la afortunada, si se puede saber?

Comenzamos a caminar hacia el edificio de la Universidad. Apreté mis labios y solté un suspiro. Los miré a ambos y sonreí.

—No voy a decírselos —respondí finalmente.
—Oh, vamos —insistió Steven—. Debemos saber quién te dejó como nuevo.
—¿Fue Jeline? —preguntó Axl. Lo miré extrañado.
—¿Quién es Jeline?
—No, no fue esa. Ni siquiera la recuerda.
—¿Caroline? —sugirió Steven. Negué con la cabeza y reí.
—No van a saberlo, es una forma que le debo de respeto. Soy un caballero, no voy andar contando que me acosté con ella por ahí.
—Pero nosotros no somos cualquiera, somos tus amigos, tus hermanos... podemos saberlo —me dijo Axl.
—No, no van a saberlo —solté firmé.