Mis ojos estaban abiertos por la sorpresa de su comportamiento pero no tardaron en cerrarse y en responder a ella. Gruñí mientras sentía cómo se subía a horcajadas sobre mí y su legua bailaba caliente junto a la mía. Sus manos se enterraron en mis cabellos, y con cada movimiento, me acercaba más a ella.
—Beth —susurré agitado cuando ella comenzó a mordisquear mi mandíbula y llegaba hasta mi oreja.
—¿Qué?... —susurró y un escalofrío recorrió mi espalda.
—Estamos en un auto —le dije sobrexitado. Ella se alejó un poco de mí y sin decir nada me quitó la remera. Comenzó a besar mi cuello y bajó con su lengua hasta mi pecho.
—¿Y desde cuándo te importa el lugar? —preguntó y volvió su boca a mis labios.
—No, no es que me importe pero... al diablo —gruñí y la tomé de la nuca para acercarla más.Con una mínima capacidad de movimiento logré girar sobre ella y apresarla debajo de mí. La miré fijo a los ojos, respiraba agitada y el color de sus labios eran de un rojo intenso a causa de la presión de nuestras bocas.
—No te detengas, sigue... —habló entre susurros suplicante.
Volví a capturar sus labios y soltó un leve gemido que logró enloquecerme rápidamente. Bajé mis labios a su cuello. Comencé a desabrochar los botones de su camisa mientras depositaba pequeños besos en lo que había visible de su piel. Una de sus manos bajó caliente por mi espalda quemándome por dentro.
«Sí, iba a ser mía, finalmente ella iba a ser mía...»
—Izzy, ¡Izzy! —abrí mis ojos asustado. Miré a mi alrededor y noté que estaba acostado en la parte de atrás del auto, solo. Miré al frente y la vi parada con la puerta abierta—. Llegamos a tu casa, sal del auto.
«Sólo había sido un sueño. Un maldito sueño.»
—¿Por qué me despertaste? —pregunté molesto mientras lograba sentarme—. Te estaba por hacer mía en mis sueños —entrecerró los ojos y me miró mal.
—Eres un pervertidos asqueroso —me acusó.Me ayudó a salir del auto y luego a caminar hasta mi departamento. El sabor de sus labios había sido tan real que puedo jurar que eso no había sido un sueño. Llegamos y ella abrió la puerta. Al parecer no había nadie.
—¿Dónde está Ash? —pregunté revisando con la mirada a nuestro alrededor.
—Debe estar por ahí, no lo sé —respondió ella con dificultad ya que casi podía decirse que me estaba arrastrando—. ¿Podrías ayudarme un poco? Si no te has dado cuenta, pesas el doble de lo que peso yo y no puedo cargarte...Me incorporé y ella suspiró. Caminamos hasta el cuarto. Al fin iba a dormir en mi cama. Entramos y ella me ayudó a acostarme. Suspiré aliviado.
—Bueno, ya estás sano y salvo en casa. Ya me voy.
—No, no te vayas —rogué rápidamente.
—Tengo que irme Izz...
—Quédate hasta que me duerma, por favor...
—Está bien —se rindió soltando un suspiro.Se sentó en el suelo justo a mi lado. La miré fijo a los ojos y traté de entender mi necesidad de que se quedara.
—¿Puedes darme tu mano? —pedí y ella me miró a los ojos, quienes reflejaban un poco de confusión en ellos. Y es que yo tampoco podía entender...
Despacio, levantó su mano y tomó la mía. Sus fríos dedos se entrelazaron con los míos que estaban calientes. Su mano era el doble de frágil y el doble de suave. Cerré los ojos y llevé nuestras manos entrelazadas a mi pecho. Quizás así no se pueda ir cuando me duerma, o quizás sí...
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Comencé a despertarme porque las ganas de ir al baño me estaban llamando. Cuando sentí que mi cabeza despertaba, una terrible punzada me atacó obligándome a cerrar los ojos con fuerza para intentar persuadir un poco al dolor. Y entonces, sentí que algo estaba entrelazado con mi mano. Abrí un ojo y confundido miré qué era. Fruncí el ceño al ver que era otra mano. Entonces levanté la cabeza y la vi.
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Dangerous Obsession - [𝐈𝐳𝐳𝐲 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐝𝐥𝐢𝐧]
FanfictionMis defectos según ella: -Eres impulsivo, cínico, irrespetuoso algunas veces, mujeriego, egocéntrico, narcisista, vicioso, ninfómano -dijo todo de corrido y sin respirar. La miré realmente divertido. Yo podré ser todo eso, pero ella es todo eso y mu...