El profesor pasaba por las filas de las mesas, entregando el examen, a cada uno. Era de esperarse que tendría una mala nota. No estudie nada porque en las últimas clases no anote nada o era difícil concentrarme.
Entonces vi la hoja de papel que puso en mi mesa.
12/100
Lo sabía. No debía llorar, ¿por qué quería llorar si lo sabía? Lo sabía.
Puse mi mano en la frente, mientras con la otra tenía sujeto el examen. Moje mis labios y solo solté un suspiro. Sabía que la iba a decepcionar de nuevo, ahora más, porque desde esa pelea me hablaba lo menos posible. Y me empezaba a poner incómoda con su actitud.
Solo quería que tocaran el timbre. Y salir de aquí para irme a refugiarme entre las páginas de un libro y salir de mi maldita realidad.
Entonces el profesor volvió hacia mí.
-Por lo sucedido hace unos días, por su mal comportamiento irá a detención y su madre ya está avisada de su mala actitud.
-¿Avisada? No era necesario.
-Claro que sí.
-Usted sabe que...- él arqueó la ceja para esperar que continuará, pero no podía no era lo suficientemente valiente para mandar a todos a la borda- Está bien iré a detención-exclamé molesta.
Él no dijo nada más. Minutos después tocaron.
Fui a biblioteca, entre me senté en mi mesa de siempre. Y comencé a leer.
"Ella se asomó hacia su patio trasero, lo único que hacía luz en la oscuridad era el brillo de la luna, escuchó el ruido de los grillos en su patio, luego detrás de ella se escuchó pasos, no quería voltear, la electricidad se había ido por todo el pueblo y eso era una ventaja para su oponente. Entonces ella se giró a ver por encima de su hombro, y fue entonces que aquel sujeto se abalanzó sobre ella la tomo de sus manos y..."
Nolan se sentó enfrente de mí. Levante mi vista.
-¿Qué haces aquí?- dije seria, no quería verlo más. Fue un estúpido aquel día.
-Estoy leyendo con tu compañía.
-Pues vete. No te quiero aquí- contesté estaba molesta con él, sus palabras me dolieron lo cual recordar me hacía odiarlo más.
-No me iré, Lady. No ahora- respondió mirándome fijamente, puso su libro en la mesa- Quiero ser tu amigo.
-Pues yo no. No quiero ser tu amiga- contesté con frialdad, él parecía tomarlo con calma, analizando mis respuestas para contestar bien.
-Está bien- abrió su libro y siguió leyendo. Solté un suspiro de frustración
-Acaso no te dije que te fueras. Vete de mi mesa- hablé molesta. Él se hacía de oídos sordos, me ignoraba, así que como no quería seguir peleando y gritando como loca. Deje que se quedara por esta vez.
-Lamento que te hayas sacado mala nota, Lady- dijo luego de unos minutos de silencio. Nos miramos y al parecer mi enojo había disminuido por lo terco que podía ser.
-Al parecer soy una inútil, que para ni un examen sirvo- cerré el libro y él solo me miró minuciosamente para también cerrar su libro.
-No, claro que no. Si sirves en este maldito mundo- lo miré con atención- O sea yo te admiro, soportas cada día de tu maldita vida, los comentarios de esos estúpidos descerebrados. ¡Mírate! Sigues en pie, aunque dolida, te levantas. ¡Soy tu fan!- eso me hizo sonreír.
-Nolan no mientas, me odias. Si no me he rendido es porque no encuentro el valor para...- mire el suelo porque no me atrevía a decirlo.
Tragué saliva.
-No, no lo hago. Y ojalá nunca se te dé esa oportunidad porque el mundo estaría perdiendo a una persona maravillosa como tú.
Me quedé sin palabras, nadie nunca me había dicho algo así ¿Lo dijo en serio?
-Ah... creo que, que olvide un cuaderno en una clase- dije, tome mi libro y salí de ahí asustada ¿Él no me juzgo? ¿Por qué no me juzgo?
- - -
-¿Me estás siguiendo?- dije al notar que Nolan iba detrás de mí, cuando salimos de la escuela.
-Sabes que vivo por aquí.
-Ah lo había olvidado- mire nuevamente hacia adelante y seguí caminando. Luego se adelantó hasta llegar a mí.
-Que bueno que te quite el libro, jamás había leído una historia como esta- habló mirándome de perfil, pero yo solo solté un suspiro recordando aquel día.
-Me lo tienes que restregar en la cara otra vez- lo miré seria. Porque no se me hacía ninguna gracia lo sucedido.
-¿Por qué siempre parece que estás de mal humor?- arqueó una ceja. Yo solo apreté mis labios, mirando hacia otro lado.
-Solo soy así- contesté cortante. Él no dijo nada más hasta que llegamos a la avenida.
-¿Príncipe que haces en la calle?- contesto al ver al gatito del otro día en el mismo semáforo.
-¿Príncipe? En serio le pusiste así a tu gato- no pude evitar sonreír, me estaba reteniendo la risa.
-Ríete todo lo que quieras. Y no, no le puse así fue mi tía- alzó al gatito en sus brazos, el gato se sobó en su sudadera. Me acerqué a acariciar al gato, comenzó a ronronear.
-Hola, lindo príncipe- sonreír a la suavidad de su pelaje. Tan suave y esponjoso.
-Al parecer le agradaste a cualquier otra persona ya le hubiera rasguñado- no evite alzar mi mirada hacia sus ojos avellanas. Sonreí hacia un lado y sentí mi hoyuelo notarse, él no sonrío solo noté su rostro no serio pero sí sereno.
Tosí repentinamente.
-Ah es hora de irme. Adiós Nolan- moví mi mano a medida que me alejaba. Jamás me había despedido de él, lo cual era extraño pero a la vez alucinante.
Llegué a casa, ella estaba en el mueble con una libreta en la mano apuntando algo con su lápiz.
-Ya llegué- fue lo último que me atreví a decir. Ella levantó la vista y volvió a mirar a su libreta, su indiferencia dolió.
¿Habrá creído que ese te odio fue en serio?
Lo único que hice fue subir con mi mochila al hombro hacia mi habitación, pero esta vez no lloré solo recordé las palabras de Nolan, las cuales fueron como una venda suave a mi herida la cual debía sanar en algún momento del largo tiempo.

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EFÍMERO [2]
Teen FictionUna chica de preparatoria ha pasado la mayor parte sola en su escuela, ha sufrido bullying, entre otras cosas, se ha vuelto tímida y cerrada. Todo parece tan monótono, cuando en su último año, conoce a alguien, no sabe como terminará esto... ¿Será c...