9.

21 1 0
                                    

Llegaba a la escuela pasando con un libro en mis manos. Algunos chicos murmurando otra vez, un chico se me acerca. 

-Hola, rara- pronuncia lentamente, yo me paralizo, no sé como reaccionar o como debo actuar. Estoy casi seguro que debe ser uno de los amigos de Johann.

-Hola- contestó tímida.

-Eres linda, pero no sé pareces muy intelectual, no eres tonta solo rara. No eres superficial, como ellas, pero ñe... mi punto es que por tu culpa-su tonó burlón cambio a uno más grave y molesto- castigaron a Johann, iba a realizar la fiesta más cool, como todos los años ahora no podrá-siguió hablando mientras con su dedo índice me apuntaba en el punto de arriba de mis pechos.

-Yo es que no entiendes que...-intente defenderme, pero él me interrumpió.

-¡Jamás lo entenderías porque no eres más que una maldita antisocial, que se refugia en esos patéticos libros porque teme enfrentar al mundo!- gritó haciendo que los demás nos miraran.

-¿Terminaste?- contesté firme, no dejaría que me aplastaran, no iba a llorar.

-Sí.

-Muy bien. Tienes razón, no me importa tu fiesta. ¡No me importa! Me gusta leer, amo leer y que te quede bien en claro estúpido, prefiero mil veces quedarme en mi casa a ir a fiestas como tú para fingir alguien que no soy. En sexto grado eras todo un ñoño los amigos que dices tener se burlaban de ti, te insultaban ¿oh acaso lo olvidaste? Solo te aceptan porque tienes un cuerpo atlético, y ahora eres igual que ellos, eres igual de superficial. ¡Maldito hipócrita!- golpeé su hombro pasando por él. Nolan desde su casillero comenzó a aplaudir, mientras todos miraban asombrados, me acerqué a él y lo tome del brazo. Llevándolo a la biblioteca. 

-¿Qué? ¿Qué ocurre? Estaba celebrando la maravilla que acabas de hacer- proclamó mientras entrábamos en la biblioteca. Lo llevé detrás de unos estantes.

-Quieres bajar la voz, Nolan no vuelvas a hacer eso- dije y me crucé de brazos, él frunció el ceño no entendiendo el porqué.

-Pues me da igual, lo celebraré, aplaudiré. Deberías haberte oído, se escuchó tan grandioso. Le diste una lección al tonto de Docker, sin haberle golpeado. Bravo-dio unos aplausos. Me mostró una sonrisa triunfante.

-Bueno ya, deja el escándalo. Solo hice lo que debía hacer- contesté mirando hacia otro lado y fue en ese entonces que el olor a menta impacto mi nariz, por hablar no me había fijado en ese agradable olor- Que huele así...-comencé a oler el aire, a mí y me acerqué a Nolan, le hice unas señas para que acercara su rostro hacia mí- Puedes botar tu aliento hacia mí- él lo hizo- Tu boca huele a menta. No me digas que hueles así por lo que te dije- él rodó los ojos.

-Tal vez- contestó brusco, para luego poner sus manos en los bolsillos de su buzo. Lo miré directamente y aunque él estaba mirando a otro lado, yo le di una sonrisa. 

-Nolan te mentí ese día- su mirada fue rápida hacia la mía.

-¿Qué?- contestó con los ojos muy abiertos, sabía muy bien que no se lo esperaba-¿Por qué me mentiste?

-Fuiste grosero conmigo en la biblioteca te tocaba pagar.

-Oh eso, lo siento no debí. Apenas te conozco, en serio lo siento-me miró apenado, pude notar en la manera en que lo dijo su sinceridad.

-Debo irme-pase hacia un lado de él y camine hacia afuera de la biblioteca dirigiéndome hacia mi aula. Vi como él se acercó hacia el aula, no entendía por qué. Fue entonces que entro y se iba acercando a mí.

-Nos vemos en el almuerzo ¿sí?-habló así como si nada. Fruncí el ceño estaba muy confundida, no sabía que responder, pero entonces las palabras solo salieron.

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora