Sinopsis

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"La vida es tan impredecible"

He escuchado esa frase de tantas personas, y la verdad estoy cansada de escucharla. Cansada de nunca estar lista para cada problema, obstáculo que se me atraviesa en el camino. Me siento en una marea, la cual me mueve con toda su fuerza sin parar dejándome exhausta, con todas las ganas de rendirme y de desistir. 

"Las cosas pasan por algo"

He pasado momentos muy difíciles en las que solamente hubiera querido que se den de otra manera, y no como la que se dio. He perdido, tal vez por eso odio tener amigos, no quiero encariñarme, temo perderlos, no quiero sentir esa terrible sensación que me hace sentir tan sola, tan vacía, tan quebrada. 

Las muertes, odio escuchar esa palabra, como es posible ver a alguien por última vez, y con el tiempo no recuerdas su voz, los recuerdos están, pero no es lo mismo, no se siente igual, olvidas como se sentía abrazar a aquella persona, como se sentía compartir con risas momentos únicos que jamás se volverán a dar, lo peor ... Nunca más.

Y dejar todo por lo cual me afectó apenas empezando la adolescencia, fue el primer paso. El primer paso para volver a comenzar en vez de excavar mi propio infierno. 

Dejando momentos, situaciones, recuerdos. Irme de San Francisco fue difícil, creí que iba a olvidarlos, pero recuerdo las palabras de mi abuela.

"Jamás los olvidas, solo quedan grabados en tu memoria"

Debía curarme, perderlos a ambos fue tan difícil de afrontar, no fue fácil. Cada día los recordaba, cada día estaban en mi mente, era tan pequeña, solo tenía 10 cuando la perdí, y 13 cuando lo perdí. Fue algo tan doloroso y ahogante cargar todos los días con el peso, con la carga de mi sufrimiento. Por eso me mudé, por eso di un cambio a mi vida para poder sanar, o al menos para qué dejará de doler...

- Lady Deadman Massey 


EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora