-Hola, torpe- dije sin ganas y con una voz dormitada, anoche solo dormí 3 horas porque me la pase estudiando. Me senté en mi sitio de siempre en la biblioteca.
-Se nota que tuviste una mala noche- me miró y pude notar como se aguantó la risa.
-Sí, no es necesario que me lo recuerdes. Acaso soy un payaso para ti, siempre tienes que burlarte de mí- respondí para poner mis brazos en la mesa y puse mi cabeza de lado, me sentía muy cansada.
-Trataré de no ser tan cruel, no te prometo nada- dejo de leer y me miró, mis ojos se iban cerrando poco a poco, escuche como su silla en la que estaba sentado se acercó a la mía, abrí los ojos y él estaba mirándome tan detalladamente, pero no de una manera que fuera perturbadora sino un tanto tierna. Su barbilla puesta en su mano con la capucha de su sudadera negra cubriendo su cabello.
-¿Qué haces?- hable para luego soltar un bostezo.
-Te observo- contestó.
-Eso ya lo sé, pero mi pregunta fue ¿por qué lo haces?- lo miré frunciendo el ceño, él no dijo nada por unos segundos.
-No lo sé, solo lo hago. Me haces recordar tanto a Emily.
-¿Emily? ¿Quién es Emily?
-El personaje de un libro, ella es tan bonita y tienen el mismo carácter, claro que con Vein es totalmente diferente, pero tú no eres así, sigues siendo una irritada todo el tiempo, con cualquier persona-soltó un suspiro y miró para otro lado.
Eso me molesto, porque él se atrevía a opinar, mejor dicho a dar una opinión de mí sin siquiera saber el primer porciento de mí.
-¡En serio eres un maldito idiota y torpe!- me pare molesta- Jódete tú y tu Emily-dije frunciendo el ceño- Oh espera no existe así como tu inteligencia y empatía-empuje la silla con fuerza provocando que chocara con la mesa, él me miró atentamente un poco avergonzado.
Me dirigí hacia arriba, el último piso. Donde nunca nadie se acercaba. Las brisas frías hicieron que un escalofrío pasara por todo mi cuerpo, soltando un suspiro el cual salió como si estuviera botando humo de mi boca.
Me senté en una esquina del pequeño muro de concreto y puse mi barbilla en mis rodillas para luego abrazarme a mi misma. Sintiéndome tan sola y pequeña, sin nadie al que pudiera recurrir, alguien con quien pudiera desahogarme en este preciso instante.
"Puedes dejar de ser tan sentimental"
Un pensamiento pasó por mi mente, imposible de ignorar. Lo que daría para dejar de lado los comentarios y todo me diera igual, ojalá todo me diera exactamente igual.
- - -
Habían pasado algunos días, en que ignoraba a Nolan. Leía en el último piso, lo hacía continuamente hasta se podría decir que se estaba volviendo costumbre.
El timbre sonó y bajé las escaleras con mi libro en las manos. Baje muy rápido y sentí como alguien me tomo de la muñeca.
-¿A dónde crees que vas?- me miro directamente y yo solo sentí asco por dentro-Crees que lo me hizo tu noviecito se quedará así como si nada, pues estás muy equivocada-me apretó aún más la muñeca, con más fuerza haciendo que mi mano se tensara y quisiera salirme de su agarre por el dolor que me estaba provocando.
-Johann suéltame. ¡Tú te lo buscaste!- grité la última parte porque quería que alguien me escuchara, intente zafarme, pero fue en vano porque cuando lo conseguí él volvió a agarrarme, pero ahora las dos manos, haciendo que mi libro cayera al suelo, me acerco más a él, forcejeé y al parecer eso lo divertía.
-Intentas alejarte de mí, esto es excitante- rio, eso me enojo aún más. Así que cuando lo le iba a dar una patada en su entrepierna, él me volteo haciendo que mi espalda estuviera apegada a su pecho y con su brazo apretando mis muñecas a mi cuello.
-Solo suel...- intenté hablar, pero él apretó su brazo con fuerza hacia mí impidiendo que las palabras salieran e impidiendo que pudiera respirar bien.
-¡Oye estúpido!- escuche la voz de Patme- Acaso no te deje bien en claro que no vuelvas a molestarla- lo tomo del cabello y lo tiro hacia un lado, dándome a mi tiempo para poder salirme de él y ella le dio un golpe en su cara, cayó él al suelo.
-Como te odio, Patme- gritó mientras se retorcía de dolor.
-El odio es mutuo- tomo mi mano y bajamos juntas las escaleras- Siempre me tendrás para cubrir tus espaldas- me guiñó y yo solo pude darle una sonrisa de boca cerrada.
-Gracias, Patme.
-No hay de qué. Créeme que disfruto darle su merecido- soltó unas carcajadas-Bueno ve a clase. Adiós- sacudió su mano, despidiéndose mientras yo caminaba hacia mi próxima clase.
Caminaba hasta el aula cuando me choco con Nolan, eso me sorprende.
¿Está yendo a mi aula? Eso no puede ser posible.
-Ten cuidado- contestó de manera molesta.
-No, tú ten cuidado, fuiste tú quien se chocó conmigo- contestó de la misma forma.
-Como sea- lo esquive y entre al aula. Me senté enojada, el cambio mi humor y fue eso lo cual me molesto aún más. Ya que él era por el cual dependían mis emociones y eso apestaba.
-Deberías sonreír más ¿no crees?- contestó para sentarse al lado de mí.
-No me digas que hacer- quite mi vista de él y mire al frente-¿Qué rayos haces aquí? ¿Qué haces junto a mí?- susurré por lo bajo mientras el profesor de Ciencias aún no llegaba.
-Me cambié de clase- contestó, volteé a mirarlo y su rostro está muy cerca de mí, con una sonrisa formada en su rostro.
-No te apegues tanto a mí- lo empujé. Rodeé los ojos.
-¿Por qué? ¿Acaso te pongo nerviosa?-se acercó a mi cuello. Eso hizo que todo mi cuerpo se pusiera tenso, no esperaba esa reacción.
-No es eso, tu boca apesta-conteste, era una mentira obviamente, pero era la única manera que se me ocurrió, él al instante se alejó vi de reojo como sus mejillas se tornaron un color carmesí. Lo había hecho avergonzarse, pero tal vez esa era venganza por ser un idiota en la biblioteca.
Llegó el profesor, y no aguante soltar unas carcajadas por lo bajo. Tenerlo en esta clase al parecer sería muy divertido.
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EFÍMERO [2]
Teen FictionUna chica de preparatoria ha pasado la mayor parte sola en su escuela, ha sufrido bullying, entre otras cosas, se ha vuelto tímida y cerrada. Todo parece tan monótono, cuando en su último año, conoce a alguien, no sabe como terminará esto... ¿Será c...