13.

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-¿Saldrás un día sábado y más encima con dos chicos? ¿Y tu sola?- ella revolvió el tenedor en su pasta haciendo que los fideos quedaran atrapados en el tenedor- ¡No! Mi respuesta es no. 

-¿Acaso no querías que socializara? Tú más que nadie-respondí, no quería ir, pero tampoco podía decirle a Nolan que mi "madre" no me dejo ir. Sé que él no se cansaría hasta lograr esa salida. Al parecer tendría que evitarlo e ignorarlo otra vez en la escuela, era la única opción que encontraba.

-Pero no así-proclamó molesta, sé que me quería proteger, pero ella más que nadie había querido que tuviera amigos. 

-Por favor te lo ruego- junté las palmas de mis manos, como si estuviera rezando-July, por favor-hice una mueca de ternura para tratar de convencerla. 

-Si no hay una mujer además de ti, no acepto. Es mi trato-revolvió otra vez su tenedor y se metió la comida a su boca.

-Sabes que no tengo amigas, y no creo que nadie acepte. Me rindo-suspiré derrotada, era su palabra contra la mía así que solo me quedaba aceptarlo. Tendría que armarme de valor para rechazar la propuesta de Nolan.

-Ya te lo dije es mi última palabra- habló con la boca llena.

-¡July! ¡Come!-reí mientras que a la vez hacia una mueca de asco, ella rio conmigo. 

-Bla, bla-me enseño su boca llena de comida- Mira, mira- decía mientras juntaba sus ojos como si fuera virola. Y yo le protestaba de que parara mientras ella me hacía reír con sus gestos. 

-¡Basta!-reía sin parar, tanto reía en ese lapso de tiempo que por primera vez en mucho tiempo la panza me dolía. 

-Bueno fue mucho-se detuvo luego de pasarse la comida que tenía en la boca- Junta los platos y lávalos, tengo que irme en una hora tengo una reunión importante en un caso-se acercó a mí y me dio un beso en la frente-No abras a extraños.

-Ya no soy una niña- ironicé un poco con sus últimas palabras.

-Para mí lo seguirás siendo, Lady- respondió con firmeza mientras metía una carpeta a su bolsa, se la puso en su hombro- Te quiero, adiós-sacudió su mano y se dirigió hacia la puerta.

-Adiós-contesté antes que se fuera del todo. Y así me quedé con la casa sola para mí. Comencé a lavar los platos enseguida, barrí un poco la sala y el comedor, la cocina y subí hacia mi habitación. Me tiré a mi cama, sin saber que haría y es que se había vuelto una costumbre pensando en como me quitaría el aburrimiento. 

Mire la repisa donde estaban algunos libros. Y me levanté a seguir con uno de los libros que no alcancé a finalizarlos cuando mi celular timbra. 

Me sorprendió el sonido, ya saben nadie me hablaba, no tenía amigos así que me imagine que sería el mensaje de una empresa telefónica para que viera sus ofertas, así que no le di importancia y tome el libro en mis manos cuando el sonido se presenció otra vez. Y fue entonces que fruncí el ceño, me acerque a mi celular y vi el mensaje de un número desconocido. 

Lo abrí.

<<Hola, tonta. Dime que esta vez tu boca no está sucia de aderezo. XD

Sabía que ese mensaje podría ser de una sola persona, el torpe de Nolan. Recuerdo que tomo mi celular, de seguro fue ahí donde se atrevió a guardar mi número. Si alguien intentará robar mi celular, no lo detendría no perdería mucho, no soy de las personas que sacan fotos a cualquier cosa, no tengo ninguna foto en mi galería de algún rostro cercano. Solo de algunos trabajos o algo parecido. Ninguna red social excepto Whatsapp. Por mi madre, por supuesto. 

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora