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Estaba en la fila del comedor, estaban dando un snack y un jugo. No podía perdérmelo así que mirando que no estuviera Nolan cerca, seguí en la fila. La fila avanzaba rápido, no quedaba nada para que llegara cuando me dieron mi bandeja, la vi entrar se ganó miradas rápidamente. Ella era muy hermosa, caminaba con naturalidad pase por su lado y salí del comedor rápido quería irme a un sitio lejano lejos de las personas y del ruido. 

Lamentablemente eso no pasó. 

Vi a Nolan y Drake bajar las escaleras, Drake me vio y susurró algo al chico de cabello oscuro, él le dijo algo y se alejaron de mí por la dirección contraria. 

Eso dolió. 

Pero no le di tanta importancia, había estado siempre sola. Podría estar bien, siempre estuve sola, me levante sola, seque mis lágrimas sola. Esta no iba a ser la excepción. 

Comía mi snack, en el último piso mientras el viento soplaba en mi cara. Y luego simplemente los pensamientos llegaron. 

Esto hice estos últimos años aquí. Comiendo sola, leyendo libros porque era la única realidad en la que había diálogos en mi vida, mi vida era aburrida sin sentido. Con gente despreciándome y amargando cada día de mi vida, solo quería aguantar hasta salir de la escuela, tenía la esperanza de que todo fuera diferente. 

Como no me había dado cuenta de que mi vida era tan aburrida, no tenía metas. No tenía emoción ni adrenalina en mi vida. 

No tenía nada.


- - -

Había pasado una semana, una semana en la que Nolan y Drake estaban ahora junto a Ava. Pero me estaba dando lo mismo, ellos lo quisieron así, quería hablar con él y aunque él me haya mandado un mensaje no me atrevía a contestarle. Ellos parecían haber estado mejor con la compañía de aquella chica, que la mía. 

Estaba pasando por los pasillos con unos libros en la mano, abrí mi casillero y los dejé ahí. Cerré mi casillero. Y él se puso al lado de mi casillero, después de tanto tiempo está aquí frente y cerca de mí. Llevaba su sudadera negra, tenía los anteojos negros de Drake, estaba cruzado de brazos y no dijo palabra alguna y en cuanto a mí, no me salía por más que quería palabras.

Él dirigió su cabeza hacia mí y me sonrió. 

-Hola-me mostró sus dientes mediante su sonrisa. Lo quede mirando detenidamente, él seguía sonriendo mientras todos los días estaba echándome la culpa de que se alejara de mí. Esta era mi oportunidad.

-Nolan, lamento haberte tratado así ese día. No lo merecías...- hablé cabizbaja, no sabía como reaccionaría o cuál sería su respuesta. Fue cuando se acercó a mí y por primera vez sus manos tocaron mi rostro, levanto mi cabeza para que lo mirara.

-No eres un desastre, espero que no vuelvas a decir eso de ti. No eres un problema, no eras nada de eso, solo quieres olvidar lo que te hace mal- siguió hablando, sus palabras y en la forma en que las decía me provocaban tanta paz-Solo quieres ser comprendida, está bien. Hablaremos de eso cuando tú quieras, no mencionaré el tema si no quieres-sus manos se alejaron de mi rostro. 

-¿Por qué te alejaste? Sé que tenía la culpa, pero por qué-lo mire con detenimiento. 

-Pues, estaba resolviendo algunas cosas para nuestra salida, recuerdas que dijiste que tu madre no te dejará ir a menos tengas una amiga- asentí- En hora buena, tengo tu excusa. 

-¿Qué? ¿Quién?-pregunte curiosa. Él miró detrás de mí.

-¡Ava!-grito haciendo señas con su mano, para que ella lo notará. Me miró-Ahí viene, te agradará.

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora