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¿La felicidad es efímera? Lo es. Cuando te pones a pensar, y recuerdas algunos momentos que pasaste, en donde eras verdaderamente feliz, te das cuenta de que solo son breves instantes de tiempo en donde fuiste sonreíste de verdad, no duran mucho. Y es lo que más odio. 

Por eso teniendo su cabeza en mi regazo, con una linda sonrisa, su típico cabello desordenado y esa vestimenta que recuerdo haber pensado que estaba de luto. Me provocaba tanta nostalgia que esto solo sea un recuerdo para mí y no una historia sin final.

-Sigue, sigue...está muy bueno el capítulo-el chico de cabellos oscuros me decía mientras yo tenía el libro en mis manos.

-De acuerdo. "Ella se asomó por la ventana y vio que tenía algo en sus manos, ella pensó que le traía algo a ella, pero justo en ese instante salió su hermana, y le dio un beso al que era su prometido y todo se detuvo para ella, todo se derrumbó y ella no soportó tanto y sintió su corazón romperse, mientras ella caía al suelo, llorando amargamente".

-Espera ¿qué? La traicionó, no puede ser, pero si Bina era una persona tan angelical y no hacía daño a nadie.

-Bueno no todo es color de rosa en los libros, al parecer.

 -Por eso mejor leo los de ciencia ficción-hablo haciendo un puchero. Se cruzó de brazos, como si fuera un niño triste al que no le dieron lo que quería.

-Y yo los de suspenso, sigamos leyendo quiero saber por qué este libro se llama "Mi dulce venganza" tal vez, Bina deja ser tan angelical y bondadosa después de esto.

-Tienes razón sigue, me encanta que seas la narradora.

Y fue así que mientras yo leía y él me escuchaba, sentía que todo florecer para ambos, nuestros sentimientos, nuestro afecto por el otro y sin duda nos conectamos más, porque al parecer la lectura y el amor por los libros, nos unía de una manera excepcional. 

-¿Qué hacen par de tórtolos?

-Estábamos leyendo July, ¿pero qué haces levantada? El doctor bien dijo, reposo-me paré quitando a Nolan de mi lado y dirigiéndome hasta ella. La miré con compasión-July por favor, ve a la cama, yo te llevaré el almuerzo ahí.

-Sabes cuanto odio eso, no me gusta estar en un solo sitio.

-Pero es por tu bien, mientras más descanses te recuperarás más rápido y todo volverá a su lugar.

-De acuerdo, pero llévame a la sala quiero ver un poco de tele.

-Está bien-acepté resignada, y la llevé a duras penas, Nolan vino detrás de mí y me ayudo también.

Los tres nos sentamos en el mueble más grande. Y Nolan se ofreció a traer la comida, luego de comer quisimos ver una buena película.

-Bueno es hora de poner mi película favorita-sonreí de oreja a oreja, teniendo el control remoto en mis manos, y poniendo la película en la tele. 

-Nunca te cansas de ella ¿verdad?-me miró de reojo July.

-Por supuesto que no.

-¿Titanic? ¿Qué película es?-dijo Nolan, yo volteé a mirarlo totalmente sorprendida, ya que sabía que aquella película era muy conocida y era extraño que no lo haya visto.

-¡Qué! ¿Me estás bromeando?

-No.

-Es una película muy bonita y con mucho drama, pues traer los pañuelos por favor.

-¿En serio?- arqueó una ceja y yo asentí-Entonces estaré preparado-paso su brazo por mis hombros y comenzó la película. Cuando lo miraba de reojo él estaba tan atento a todo y el corazón se me apretaba por dentro porque le ponía interés a lo que más me gustaba.

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora